Capítulo XXII: Cualquiera diría, que esa sonrisa podría provocar la mía

3.4K 150 19
                                    

MIA

Hoy es ese día (Lionware, Funzo y Babyloud) 

Cuando despierto, no esperaba ver a Maddie saltando eufórica en nuestra cama como si no hubiese un mañana. 

–¡Papá Noel! – grita ella mientras salta. 

Me incorporo un poco y veo a Ferran despertándose. 

–Cielo son las siete y media de la mañana – dice con voz ronca tras mirar la hora en su móvil. 

Por mucho que Ferran intente convencer a la niña de que hay que dormir un poco más, termina cediendo y levantándose de la cama. 

Bajamos al salón y mi hija comienza a sobrepasar los límites de la emoción y la euforia. 

–¡Mira mamá! – señala los regalos que hay bajo el árbol. 

Su gran sonrisa inconscientemente provoca la mía. 

"Cualquiera diría, que esa sonrisa podría provocar la mía

Maddie comienza a abrir regalos y con cada uno se va emocionando más. Ferran va grabando sus reacciones. 

–Este es muy pequeño – dice y miro cuál es. 

No me sonaba y miro a Ferran, quién solo sonríe. 

–Ese es de mamá princesita –con una sonrisa mi hija me entrega el paquete, que cabe en mi mano.

Ferran graba y eso me pone nerviosa y emocionada por abrirlo. 

Desenvuelvo el paquete y veo una caja de terciopelo con una nota encima. No entiendo nada. Miro a Ferran, que vuelve a sonreír. 

–Primero la nota. 

Asiento y la abro. 

"Mia, 

Sinceramente no sé cómo pedirte esto. Sabes que yo no sirvo para estas cosas. Por eso te lo escribo y no te lo digo, aunque te tenga ahora mismo enfrente. No lo leas en voz alta porque sabes que me moriré de vergüenza. 

Llevamos años juntos. No como pareja oficial, a veces solo como amigos o tan solo simples conocidos que habían compartido veranos juntos en Oliva. Esos veranos lo fueron todo para mí, espero que para ti también lo fuesen. Luego vinieron Miami y Mánchester, y ahora nos espera una nueva aventura en Barcelona, cumpliendo nuestros sueños. Iniciamos una nueva etapa tú, yo y Maddie, y no puedo estar más emocionado por ello. A menos que llegue mini Ferrari claro. 

Nunca fui de declaraciones de amor ni de vaciar mis sentimientos. Lo sabes bien, te hice daño de formas horribles y nunca podré perdonármelo. Lo siento profundamente, no fui perfecto. Pero ahora pretendo serlo por ti y por Maddie. 

Esto en sí no significa mucho, porque con o sin ello te amaré por el resto de mi vida, como he hecho desde el primer instante en el que te vi entrar en esa casa en Oliva. Porque me enamoré de ti en ese instante.

Por lo que no me enrollo más, Mia González, ¿quieres casarte conmigo?"

Lloro. Lloro a más no poder. Maddie aplaude y vitorea. Yo miro a Ferran, que sonríe.

–¿Qué dices? ¿Quieres casarte conmigo Mia?

Sigo llorando como si ni hubiese un mañana. No digo nada, solo sonrío mientras me arrodillo enfrente de Ferran. Tomo sus manos, sin dejar de mirarle.

–Si quiero Ferran.

Beso sus labios mientras él rodea mi cintura con sus brazos.

Maddie aplaude y ambos la miramos.

UN VERANO CONTIGO | Ferran Torres (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora