MIA
Dame una Nite (LIT killah, Tiago PZK)
Me levanto de la silla y voy a por mí móvil, que suena como loco desde el bolso. Una vez llego, busco y busco hasta encontrar el dichoso aparato. Miro la pantalla y una llamada de mi padre es la causante de la melodía impertinente de mi teléfono.
Últimamente hablaba mucho con él, a diferencia de con mi madre, con quien cada vez hablaba menos. Mas que enfadada estaba decepcionada, sentía que mi confianza no había valido para nada. Y eso dolía, porque duele mucho ver como tu madre, la persona que te da la vida y te cria, traicionar esa confianza. Ese lazo que se formó entre nosotras a raíz del embarazo, pero que ella misma rompió. Quizá sus acciones no fueron para hacer mal, para proteger quizá, pero arrebatarle a Maddie el derecho de conocer y ver a su padre no era de lo mejor que se podría hacer para proteger.
–¿Si? – pregunto, al descolgar.
Normalmente hacíamos llamadas los martes y los domingos. Aunque a veces lo cambiábamos porque no podíamos, supongo que hoy lunes sería uno de esos días.
–Mia cariño, ¿qué tal todo? – pregunta bastante feliz.
Ese tono feliz me hace pensar que algo malo va a decirme. Siempre es así. Lo hace para no asustarme, pero lo hace incluso más. Mi padre no es que sea el hombre más expresivo del mundo, así que verle expresar sus emociones de manera tan brusca es impactante.
–Bien papá, estoy con Maddie y Violeta en Sevilla, hemos venido a ver un partido, pero yo me voy ya con Maddie. Violeta tiene que trabajar. Ah, hemos visto a Héctor también – comento cerrando la maleta.
El vuelo de vuelta a Granada sale a las cuatro y media. Todavía nos quedan un par de horas. Por suerte Maddie se ha dormido después de comer, lo que me permite organizarlo todo.
Adoro a mi hija, la amo con toda mi alma. Pero hacer las maletas con ella puede llegar a ser una misión imposible. Así que aprovecho para hacer este tipo de cosas cuando esta dormida.
–Oh hace poco vi a su padre en el bar de Jorge – dice –. La ciudad es preciosa, ¿has visto algo o solo el estadio?
Mi padre vivió en Sevilla hace muchos años, me lo contaron de pequeña. El nació en Miami, pero con los años se mudaron a Sevilla. Veranearon en Cádiz y ahí conoció a mi madre. Y bueno, años después nacimos mis hermanos y yo. Una historia muy bonita de amor, aunque bueno, tras el nacimiento de Mauro las cosas se truncaron. Dieron un giro de 180 grados y comenzaron las peleas, las pullitas y todo el caos que les llevó a la separación.
–El otro día estuve con Ferran en Triana, es precioso el barrio. Violeta dijo que era muy bonito, pero joder, no imaginé que fuera tan bonito de verdad.
Suelto lo de Ferran sin pensar en lo que pueda pensar mi padre. Tampoco creo que vaya a matarme. Al fin y al cabo, es mi vida. Y mi padre es quien mejor la respeta. Le cuento las cosas y da su opinión, pero en ningún momento me obliga a cambiar la mia. Siempre fue así y eso es algo que adoro de él.
–Me alegro tanto cielo. Es una zona muy bonita. Espera un momento cariño – dice. Se ha dado cuenta –. ¿Has dicho Ferran? ¿De Ferran Torres? ¿Ese Ferran? – pregunta sorprendido.
Sonrío levemente al oír el nombre del valenciano.
Las cosas con Ferran era raras. Como siempre lo habían sido. Nos acostamos hará dos noches, y íbamos hablando. El tema principal era Maddie. Desde que Ferran lo supo, ya me dejó claro que quería ejercer de padre, y para ello debía informarse de todo lo que había hecho nuestra pequeña en sus dos años de vida. Le contaba y mandaba videos que había hecho con la esperanza de que algún día los viese, y ese día ya había llegado.
Ferran tenía a Maddie de fondo de pantalla del móvil, además de que según Phil y Eric su hija era el tema de conversación a cualquier hora. Estaba en una nube con Maddie y a mi me encantaba eso. Me gustaba que fuésemos una "familia" aunque no estuviésemos juntos claro.
Pero era una familia extraña y muy nuestra. Y eso era lo importante.
–El mismo.
Él no dice nada. Supongo que estará sorprendido. Como para no estarlo la verdad. Cualquiera lo estaría.
–¿Pero ¿cómo...?
Tal y como había imaginado, le ha sorprendido.
–Nos cruzamos por casualidad en el partido. Ya sabe lo de Maddie. Lo que mamá no le contó nada a Ferran – digo, más apenada y mirando a mi hija, dormida con su peluche de osito.
Él no dice nada. Solo suspira.
–¿Qué mamá hizo qué? – dice sorprendido a la vez que enfadado.
Se lo cuento todo. Todo lo que sé claro. Él habla mal de mi madre un buen rato, nada raro de esperar al oír todo eso.
–Dios que mal me cae. Perdón es tu madre – se disculpa.
–No pasa nada papa. Yo no he hablado con ella. Quiero hacerlo y que esté Ferran presente.
–¿Juegan en Rusia no?
–Si, solo uno. Luego tienen un par de días de descanso. Le diré de irnos a Valencia y hablar con ella tranquilamente.
Mi padre suspira.
–Mientras la víbora no os separe, por mi perfecto. Mándale saludos de mi parte y dile que le quiero mucho, que a ver cuando viene a verme.
Suelto una leve carcajada y sonrío.
–Se lo diré.
–Ah, y que me dedique un gol – añade y río.
–Vale papa, todo eso para Ferran.
Tuve el presentimiento de que Fer se iba a reír.
...
–Ya se lo dedicaré ya – el valenciano ríe.
Tal y como había intuido, Ferran se jartó de risa con el comentario de y mi padre y su dedicatoria al gol que marcase en algún partido.
–¿Has mirado las ofertas que te dan para marcharte? – pregunto, cambiando completamente de tema.
Oigo un suspiro.
–Si, solo hay una española. Me quieren en el barça.
–¿En Barcelona? – pregunto sorprendida.
Barcelona me gustaba, había ido un par de veces de pequeña. Llevaba años sin ir, pero me encantaba la ciudad.
–Sí. Es bonita – dice y sonrío.
–Preciosa.
–No tanto como Maddie – añade.
Rio.
–No me compares a una niña con una ciudad Ferran. Son bellezas diferentes.
–Lo que digas, pero Mia, ¿te gustaría vivir allí? – pregunta, algo más serio.
Dejamos la broma aparte y nos centramos en si Barcelona sería un buen lugar.
–A mi me gusta, antes que irnos a otro país prefiero aquí. Además, está cerca de Valencia.
–Cierto.
–¿Hay más ofertas? – pregunto.
–Una en Francia, pero no me convence. No os tendría ni a ti ni a Maddie y no pienso perderme más años de su vida.
Sonrío levemente.
–¿Entonces, Barcelona?
–Barcelona – dice y esbozo una sonrisa.
–Pero primero hablamos con mi madre.
Él sopla.
–Vale – dice seco.
___
Tal y como dije por insta (ameliiaaamoon16) subiré primero este y luego uno de Atenas💜
A algunxs os sonará el título porque lo subí sin querer el otro día y lo borré jaja
Espero que os haya gustado, nos vemos luego 💖
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UN VERANO CONTIGO | Ferran Torres (2)
Fiksi PenggemarSegunda parte de 'Un Verano Sin Ti' El verano ya ha acabado. Toca volver de la historia de amor fantástica en Oliva y empezar de nuevo la rutina. Ha pasado el tiempo y ahora, miles de kilometros separarán a Mia y Ferran. Cada uno en un lado del oc...