Capítulo XI: Dejemos pasar la noche...hasta que se haga de día...

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MIA

Dejemos que pase (Maria Becerra)

Ferran me ha invitado a cenar para hablar de Maddie. Ellos se van mañana de Sevilla, al igual que nosotras. Héctor se ha ido a San Petersburgo, en Rusia. Allí jugarán otro partido de la Eurocopa.

Termino de ponerme máscara de pestañas y me miro al espejo retocándome el pelo. No me he maquillado mucho, tan solo un poco de corrector para tapar las enormes ojeras que tengo gracias a Maddie y la mascara de pestañas. Me he planchado el pelo, que ahora por fin lo tengo en mi tono natural castaño y no teñido de negro. Llevo un vestido negro ceñido que justo me compré ayer del Zara. Violeta es una adicta a esa tienda y fuimos a mirar después del partido. Además de que después de intercambiar contactos con Ferran, que descubrimos que ambos habíamos cambiado de número y no lo sabíamos, me invitó a cenar. No pude rechazarla al decir que era para hablar de Maddie. Aunque en el fondo sabía que era para ponernos un poco al día de todo. Al fin y al cabo, habían sido dos años casi tres. Habían pasado muchas cosas.

–Pero que guapa mi Mia – dice Violeta entrando al baño.

Sonrío.

–Tampoco tanto.

–Hombre, con ese vestidazo del Zara que te elegí vas preciosa.

Niego.

–Tampoco nos pasemos. Se me nota un poco la tripa por culpa de Maddie.

Ella sonríe.

–Pero estabas yendo al gimnasio, ¿no?

Asiento.

–Pues eso en nada se va. Además, a Ferran le vas a gustar igual.

Le golpeo en el hombro.

–¡Serás tonta! – exclamo –. Solo hemos quedado para hablar.

Ella me mira a través del espejo.

–Si, si, hablar. ¿Cuenta que te meta la lengua hasta la campanilla? – pregunta y yo me sonrojo.

Niego.

–Hemos quedado para hablar. Solo hablar.

Ella sigue con su mirada pícara.

–Si, hablar – dice con el mismo tono. Con segundas en sus palabras.

Le apunto con el peine.

–Hablar.

–Después del polvo me dice, ¿vale?

Rio y niego.

–No pasará, créeme.

Ella asiente y sale del baño.

–Lo que digas. Pero Maddie con un hermano sería monísima.

Rio. Ni siquiera somos pareja.

Existen los folla amigos.

No consciencia, no.

FERRAN

Termino de peinarme y salgo del baño.

–Tío, desabrochate algún botón de la camisa, que no vas a la boda de tu prima – comenta Marcos tumbado en la cama.

Comparto habitación con Pedri, pero siempre tenemos invasores en la habitación. Porque Pedri tiene el último modelo de play, entonces los chicos pasan aquí más tiempo que en sus cuartos.

–Ya ves – comenta Unai –. Así estarás mas sexy.

–No pretendo ir sexy – digo, nervioso.

Aunque me desabrocho un par de botones de la camisa blanca.

UN VERANO CONTIGO | Ferran Torres (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora