UN VERANO CONTIGO | Ferran Torres (2)

Capítulo VI: Lo hizo por "proteger" a su hija...

FERRAN

Me enseñaste remix (Sael, Duki)

Meses antes de la carta de Mia y del nacimiento de Madison...

Ronald nos ha invitado a los del equipo a una cena, nada serio, solo una simple cena. O eso creo.

Me siento con Nico, Dionne - la hija de Xavi - Pedri y Eric.

Cenamos entre risas, charlando sobre los últimos cotilleos y los partidos que tenemos próximamente.

Me llaman y me levanto de la mesa.

-¿Hola? - pregunto.

-¿Ferran? Hola, soy la madre de Mia.

-¿Ha pasado algo? - pregunto.

-El bebé no ha sobrevivido - dice, con frialdad.

-¿Cómo...? Héctor dijo que -

-Lo de Héctor eran habladurías. Mi nieta ha fallecido Ferran.

Mi mundo se derrumba.

Mia y yo lo habíamos dejado, pero dejé claro que quería al menos conocer a mi hija.

Salgo a la terraza, las lágrimas son notorias y me encuentro con Nico y Dionne.

-Tío...¿qué ha pasado? - pregunta el gallego.

-Mi-mia - sollozo.

Dio nos deja solos y Nico me abraza.

-¿Qué pasa con Mia? - pregunta.

Me desahogo completamente. Le cuento como Sira manipuló lo que pasó esa noche, como ahora tengo que fingir ser su novio por intereses de la selección y como mi hija la cual no conocía había fallecido en el parto.

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NARRADOR OMNISCIENTE

En aquella sala de espera del hospital de Valencia, la madre de Mia había reunido a Héctor, Alex y Natalia, los mejores amigos de la pareja.

-Quiero ser clara, Ferran no debe enterarse del nacimiento de su hija. Le he dicho que ha fallecido en el parto - dice la mujer con un tono tan gélido que sorprende a los allí presentes.

-¿Por qué le has dicho eso? - pregunta Héctor, furioso.

-Es lo mejor para ambos. Que se mantengan separados, como siempre tuvo que haber sido.

-No podemos hacerles eso.

-Es lo mejor. Ya esta hecho. Ambos deben sanarse y olvidarse. Además de que no nos conviene que Ferran sepa que es padre, debe triunfar en el fútbol.

Allí en esa sala, la mujer de cabello castaño les hizo jurar a los tres amigos que jamás le dirían nada a Ferran, y mucho menos a Mia, quien esperaba con ansias la llegada de Ferran al hospital, pero que nunca llegó. Le dijeron que estaba en Corea y que no podía venir. Le llenaron la cabeza de mentiras y su madre le dejó claro que no debía buscar al valenciano que la enamoró, además del padre de la hija que acababa de tener.