16. Lo Que Me Pidas. (FINAL).

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Pienso Escribirte Un Poema Y Dedicarte Cada Luna Llena...

- Estás nervioso.

Escuchó a Julieta decir, la miró de soslayo y sonrió con nerviosismo.

¿Qué sí está nervioso?, ¡SIENTE QUE SE MUERE!.

Pero sin duda sabe que la espera valió la pena, un año de preparativos fue suficiente y ahora, a pocos minutos de decir sus votos, siente que el tiempo pasa lento.

A Day In The Life es el lugar que escogieron para la ceremonia, el jardín privado fue lo ideal, ese lugar lleno de memorias y flores, el lugar que reunió a Julieta y Pattie por meses hasta que consiguieron crear uno de los jardines más bellos de Saratoga.

Limpia las palmas de sus manos en la gabardina de sus pantalones. Su cuerpo es cubierto por ese mismo traje con el que Joaquín soñó, beige con detalles en azul cielo, sus zapatos negros brillantes, su boutonniere es un pequeño girasol, todo es igual a ese sueño.

Inhala... Exhala... Inhala... Exhala... Inhala... Ex...

Todo desapareció.

Su mente y alma dejaron de concentrarse en mantenerse en calma y todas las alarmas comenzaron a sonar tan fuerte que sus oídos se tapan.

Le ve al inicio del pasillo.

Sus pies no tocan la alfombra, admira cada parte de su cuerpo cubierto por un traje azul celeste. Como sus rizos enmarcan su rostro haciéndole ver aún más hermoso a los rayos del Sol. Su brazo anclado al de su tío, lentamente comienzan a avanzar.

Las lágrimas luchan por salir, poco a poco al ritmo de los pasos de su Jojo hacen su camino por sus mejillas, saca el pañuelo de su bolsillo y elimina cualquier rastro de ellas, sonríe en grande, las manos le tiemblan, las piernas le flaquean y su corazón quiere salir de su caja torácica.

Cada vez están más cerca, puede incluso percibir el aroma a castaña que le enamoró desde el primer instante, esa belleza incomparable, no pueden apartar la mirada el uno del otro, la sonrisa de Joaquín es amplia y soñadora.

Y entonces... Llega hasta él, por un segundo su ritmo cardíaco se detiene, su alma parece salirse de su cuerpo, la mente se queda en blanco.

- Oh Emilio, te entrego a mi sobrino, sean felices y vivan su amor, pase lo que pase siempre estén juntos, compartan su dicha y su dolor, la vita è bella e il suo amore è divino.

Mario Bondoni, el único hermano de René, le entregó la mano de Joaquín y él la recibió, intentando articular algún agradecimiento y quedándose mudo, Mario entendió y le dió unas palmadas en el hombro.

- Jojo, luces tan hermoso - Logró decir, una lágrima se escapó y rápidamente Joaquín la limpió, antes de que alejara su mano Emilio la sostuvo y dejó un beso en la palma.

- Te vez tan guapo, ricitos. Podría olvidarme de la ceremonia y pasar directo a la noche de bodas - Habló con sensualidad para aminorar sus nervios, mira fijamente al lugar donde el juez estará.

Rió entre dientes, desde el día en que el juicio terminó un cambio sutil en Joaquín se presentó, se volvió más atrevido, ya no se fija en lo que la gente opine de él, de algún modo se volvió más libre.

Renata y Nikolas serán sus dos testigos, el juez lleva una ceremonia tranquila, entre risas el tiempo se pasa volando, cada cuando se voltean a ver y Emilio deposita un beso en la frente de Joaquín, sus manos no ceden a soltarse como si su vida dependiera de ello.

- El momento decisivo llegó, señor Geller - El juez enarcó una ceja y una sonrisa divertida dividió su rostro - ¿Acepta a Joaquín Bondoni como su legítimo esposo?.

Latidos | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora