Latidos | Emiliaco

13. Save Me. (Parte I).

Te Amo Hasta Que Muera.

- ¿En serio debes ir? - Preguntó, formando un puchero que le derritió el corazón.

- Aunque no quiera, cada año se celebra una conferencia donde asisten los mejores negociadores y éste es mi quinto año consecutivo - Dijo, lleno de orgullo por seguir colocando el nombre de la empresa en el número uno de la lista - Pasaré a despedirme antes de ir al aeropuerto, además no estaremos sin comunicarnos, me encatará verte frente la cámara de tu portátil... - Deslizó su dedo índice desde la mejilla hasta llegar al labio inferior, degustandose con la reacción de Joaquín.

Se despidieron con un beso pasional, ni uno quería alejarse del otro, para ambos sería bastante complicado estar 5 días separados.

Joaquín suspiró, jamás creyó estar tan apegado a alguien, ni siquiera en España resintió la ausencia de sus padres y su hermana, desde muy pequeño siempre pudo lidiar con la soledad y el placer de compartir el tiempo consigo mismo, darse un respiro de la rutina, alejarse del bullicio y escuchar a su alma.

Ahora, mientras acomoda los crisantemos en el bouqué, piensa en cómo estar sin Emilio, se ha acostumbrado tanto a la compañía del rizado que lo necesita para respirar, es la primera persona que ve al amanecer y la última al anochecer, todo cambió después de su compromiso, empezaron a quedarse a dormir en casa del otro, compartían sus comidas durante el día y todo siempre terminaba en hacer el amor.

Todo se volvía idílico, algo que comenzaba en cuanto cruzaban la puerta y terminaba al despedirse en la mañana, siempre con el deseo de que cada noche volverían a unir sus cuerpos, entregarse sin medidas y amarse hasta los huesos.

A sus espaldas escuchó la campanilla sonar, estaba por terminar el bouqué, colocó unas cuantas flores más dentro del jarrón antes de amarrarlas con el listón.

- Buen día, ¿En qué puedo... ayudarle? - Susurró la última palabra, quedando totalmente estático frente a la mujer que le mira con amargura.

- Hola, Joaquín - Su voz saliendo con repudio, acercándose con malicia hacia el chico, el dolor en su pecho se hacía más fuerte conforme más cerca está de él.

- Señorita Gibson, ¿Necesita algo? - La incomodad se reflejaba en su voz, los dedos de sus manos enroscandose por el nerviosismo.

- ¿Puedes hacer aquel ramo de novia en cascada de la otra vez?, Una de mis amigas está por casarse y quiero mostrarle el talento que tienes para las flores - Se esforzó por colocar una pequeña sonrisa en su rostro, haciéndola parecer más como una mueca.

- Claro que sí.

Joaquín respondió lo más amable que pudo, dejando a un lado el bouqué de crisantemos y comenzando a formar el ramo de novia, todo bajo la expectante mirada de Carrie, quien tomó lugar a su lado, muy cerca para su gusto, el aroma de su perfume entra y sale por su nariz, debe mantenerse en calma o empezará a temblar de los nervios que suben por su torrente.

- ¿Sabes?, Exactamente hoy estuviera cumpliendo 4 meses de matrimonio con Emilio y hace un mes comunicaron que ustedes van a casarse - Habló en voz baja, no hacía falta hablar tan fuerte por la cercanía entre ellos.

Carrie pudo ver como Joaquín detuvo sus movimientos por un momento y le miró bajo sus pestañas por un segundo para continuar con su trabajo.