Capítulo uno

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"Vecinos extraños"
Parte: uno

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En los departamentos "Addison", se hallaba una joven de cabello color negro limpiando la casa mientras escuchaba música en alto volumen ochentera cómo de costumbre. Sus mechones caídos reflejaban lo desarreglada que estaba y las ojeras notorias que no dormía bien, debido a que ha tenido la misma pesadilla de siempre. Su madre jamás le ha tomado importancia por todo lo que le contaba su hija acerca del "ente de ojos rojos" que lo veía en su habitación, y por más que ella lo miraba, cada vez penetraban sus ojos rojos en ella paralizandola, esa chica, era Evelyn.

Su mamá era una mujer dévota de la iglesia, desde que su padre la abandonó, la mujer empezó a culparla del hecho que su padre se fuera. Tal cual que le afectó de niña, ahora estaba acostumbrada de todos los insultos hacía ella. Nada fuera de lo normal. La madre con el nombre, Isabel, trabajaba de tiempo completo vendiendo productos humectantes para la piel y lo demás de su tiempo iba a la iglesia con la esperanza de que su esposo, Josh, volviera a sus brazos.

Al terminar de limpiar la casa, la muchacha prosiguió a volverse a sujetar su cabello en un chongo alto para poder regresar la escoba prestada por Lisa, la conserje e inquilina de los departamentos, quien para ella, es más madre que su propia madre de sangre. Lisa ha sido una muy buena persona con ella desde que su padre se fue y pasaba tiempo con Larry antes, pero debido a que Isabel le decía que no se junta con él ya que su música era "satánica", le prohibió seguir juntando se, eso habia pasado justo despues de que el padre de Larry desapareciera también.

(Mientras tanto)

Por otra parte, un chico de 15 años había llegado a los departamentos con la esperanza de reiniciar su vida después de la trágica muerte de su madre, quien al utilizar su cuerpo como escudo hacía ese pequeño niño, fue impactado por una bala de una escopeta, lo cual la llevó hasta la muerte y al niño de cabello azulado, un rostro deformado y utilizando una prótesis facial. Su padre Henry, es el encargado de él ahora, y por ello, en lo que desempacan sus cosas, aquel chico sale a conocer a los demás vecinos del edificio para poder desaburrirse y explorar ese extraño lugar. Por cierto, su nombre es Sal Fisher, mejor conocido como "Sally Face".

Mientras que Sally terminó de hablar con todos los inquilinos del edificio, caminó hacia el elevador para poder bajar al tercer piso, ahí las puertas se abrieron y a lo lejos del pasillo, estaba una señora de cabello castaño oscuro con un uniforme de conserje hablando con una joven que se encontraba de espaldas, su cabello negro y brillante resaltó la curiosidad de aquel muchacho y se acercó hacia ellas para saludar.

——Hola.

——¡Cielos santo! —se sorprende aquella mujer. —Perdona, me has asustado un poquito. Eres uno de los inquilinos nuevos del departamento 402, ¿Verdad? Con todo el ajetreo de hoy, no he podido pasar a saludar.

——No pasa nada, solo estamos mi padre y yo. Me llamo Sal.

——Encantada de conocerte. Yo soy Lisa y me encargo del mantenimiento del edificio. —mencionó la mujer.

Mientras ellos hablaban, la chica de cabello negro miró a Sally con detalle hacia su apariencia. Su máscara era muy extraña pero se le veía bien con ella puesta, y para ser sincera, creyó que era una chica por sus coletas. Nada más de pensar y mirarlo, decidió romper el hielo para irse, pues su madre llegaría en cualquier momento. Y si se daba cuenta que hablaba con Lisa, le iría muy mal.

——Bueno, yo debo irme Lisa, antes de que mamá llegue. Nos vemos después.

—Si cariño, adiós. —ambas se despidieron con un beso, lo cual conllevó una gran curiosidad hacia Sally de ella. —Perdona, ella suele ser tímida al principio. No suele hablar con más chicos de su edad, se llama Evelyn.

——No hay problema, todo el mundo se pone así al conocer gente nueva. Sobre eso, ¿Sabes que pasó en el departamento 403?

——Es una pena que se hayan llevado una impresión tan fea, tu y tu padre. Les prometo que no es habitual. Pobre Sra Sanderson...

——¿Quien es la señora Sanderson? —preguntó el pelo azul.

——No te preocupes por eso, es mejor que no pienses en cosas tan horribles... —dijo sin importancia aquella mujer.

La conversación se había cambiado de repente para olvidar el pensamiento que tenía Sally hacia lo ocurrido del departamento de su mismo piso, lo cual, Lisa habló primero.

——¿Sabes que? Tengo un hijo de más o menos tu edad. ¡Creo que se llevarán muy bien! Está en nuestro departamento, ¿Por qué no vas a presentarte?

——Si claro, me pasaré a saludar.

——¡Maravilloso! Se llama Larry y lo encontrarás en el sótano. Dile que vas de mi parte.

El chico asintió amable para después dirigirse hacia donde Lisa le indicó, no sin antes de mirar por una de las puertas de los pasillos, la misma joven de hace unos minutos antes, quien ella miraba en el reojo de la puerta para después darse cuenta que Sally la miraba y escondiéndose nuevamente en su departamento cerrando la puerta.

Esto sería un largo día.

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