𝔇𝔦𝔢 𝔉𝔬𝔯 𝔜𝔬𝔲 |𝒮𝒶𝓁𝓁𝓎 ℱ𝒶𝒸ℯ 𝒴 𝒯𝓊|

Capítulo tres

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"Vecinos extraños"
Parte: tres

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(Evelyn)

Había pasado un buen rato desde que mamá llegó. Ella simplemente había venido para arreglarse e irse a la iglesia como siempre, no sin antes de molestarme como siempre.

——¿Quien era esa niña de hace rato? —preguntó mientras se miraba en el espejo.

——Se llama Sally, y es un chico... Son los nuevos del departamento 402. Así que los verás siempre aquí.

——Se nota que es un niño muy raro, y más usando esa espantosa máscara de Halloween que tiene en su rostro.

——Creo que es una prótesis... No tiene nada que ver con tus creencias absurdas. —contesté obvia.

Ella me miró molesta con su falta de respeto y volteó a verme.

——Esa abominación no la tolero, así que cuidadito y te veo juntando te con esa familia. No sabes de dónde son y que historia tienen detrás. De seguro ese niño es como ese tal Larry...

——Por favor Isabel, no todo el mundo es igual... Deberías calmarte en ese aspecto. Sabes bien que así no llegarás a nada, ¿Y sabes algo? Está vez no te haré caso. Estás exagerando.

A mi madre no le gustó mi respuesta rebelde que di, solo fue mi opinión. ¿Que tenía de malo? Pues mucho, por qué sin esperarme su reacción, me soltó una bofetada en mi mejilla con fuerza. Me cubrí mi rostro y la miré algo molesta, sin más, ella me tomó del brazo para después jalarme y llevarme al elevador, sabía de que venía esto. Iba a encerrarme en uno de los departamentos del quinto piso, siempre hacia eso. Y específicamente en el baño del departamento 504, y como era muy seguido castigarme así, hizo que tuviera claustrofobia...

——¡Espera! ¡Mamá no lo hagas!

——¡Ya me harté que seas como tu padre! Sabes bien que no voy tolerar eso, así que estaras toda la maldita tarde encerrada allí. —dijo jalandome más fuerte hasta llegar al quinto piso. Abrió aquella puerta que siempre estaba sin llave y me llevó al baño.

——¡Mamá lo siento! ¡Por favor no!

——¡Es por tu propio bien! —y sin más, me aventó hacia el baño a  encerrarme por fuera. Odiaba que hiciera eso, era muy cruel. Golpeaba la puerta del baño desesperadamente tratando de salir pero era en vano. Ella siempre salía ganando y saliéndose con la suya, no entendía por qué hacia eso. Pero odiaba que se comportará como una hipócrita.

Me senté en un rincón del baño soltando algunas lágrimas, podía sentir que me sofocaba cada vez más, ya que no tenía ninguna ventana aquella habitación. No sabía que hacer y que culpa tenía... Estaba todo bien antes de que papá se fuera...

Me mantuve callada unos momentos hasta que escuché unos murmullos en  la misma habitación. Creí que era mi imaginación, pero se intensificaba más de lo normal.

——Tranquila... No tengas miedo.

Me levanté de golpe con miedo viendo alrededor del baño. ¡Joder, no otra vez!