𝔇𝔦𝔢 𝔉𝔬𝔯 𝔜𝔬𝔲 |𝒮𝒶𝓁𝓁𝓎 ℱ𝒶𝒸ℯ 𝒴 𝒯𝓊|

Caítulo Veintiuno

(Narrador)

El sonido de una guitarra electrica sonaba afuera en el edificio siendo tocada por aquél individuo de cabellera azúl mientras algunas manchas de sangre posaban en su ropa. Las sirenas sonaban al acercarse a esa vivienda y algunos flashbacks corrían por su cabeza de aquél desastroso evento provocado por él mismo...

Una alarma sonó, y eso hizo despertar al ojiazul y levantarse de la cama.

(Sally Face)

------¡Estoy despierto! Ya desperté. --dije mientras miraba a mi alrededor y caminaba hacía una puerta extraña que estaba en mi habitación, cada vez era fuerte la alarma y entré por esa puerta.

Al encontrarme vi a un demonio con cabeza de cabra y cola alargada. Me acerqué a él al ver que había una puerta que cuidaba y saludé.

------¿Quién eres? --pregunté curioso.

------Simplemente soy. --dijo con una voz grave dando pausa y prosiguió. --¡El amo Belcebú!

------¿Enserio? ¿Eres el diablo o algo así?

------Realmente no, es sólo un apodo. Me lo pusieron mis parientes.

------Aveces las familias apestan. --dije con sequedad.

------Ni que lo digas... --dijo disgustado. Aquella charla supe que no tendría continuación, así que le pregunté acerca de la puerta.

------¿Puedo pasar en esa puerta?

------Acabas de llegar, así que no. No puedes pasar por ahí.

------Primero deberás mirar misobras de arte.

------¿Tus obras de arte? --pregunté.

------Si. Cinco hay en la oscuridad. La quinta no la podrás admirar. De las cuatro restantes, tres deberás contemplar. Hazlo y después, y conmigo vuelves. --dijo en forma de una adivinanza. Yo dudoso decidí aceptar con tal de cruzar la puerta.

------Lo que tu digas, Edgar.

------Soy Belcebú. ¡El amo Belcebú!

------Vale, pues Bubs. --volví a hablar y caminé al sentido contrario tratando de encontrar las pinturas que dijo.

Mi recorrido fue un éxito, pude investigar el acertijo y cuando volví con Belcebú, le pregunté acerca de los observadores. Él respondió, volví a preguntarle de los pecadores y volvió a responder. Así hasta que me dejó entrar a la puerta y me despedí de él.

Caminé por el oscuro pasillo y llegar a un televisor que se encendió sólo y después todo se crasheo.

Me desperté de golpe y miré a los lados sorprendido por aquél sueño que tuve. Observé a mi lado a Evelyn quien dormía placenteramente en mi cama, sonreí orgulloso de que después de tantas semanas que ella se quedó conmigo no había sido un sueño. Decidí levantarme sin despertarla y ella soltó un quejido por la poca luz que entraba a travez de las cortinas.