CAPITULO 28

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No podía ocultar las ganas de salir corriendo y ocultarme pero yo nunca he sido una cobarde y a pesar de lo que sienta o crea, confió en lo que Carlos dijo. Ya es hora de que confíe en mi misma, justo como ellos me enseñaron, justo en la forma en la que Logan me enseño.

- Quita esa cara – Me animo Carlos – Tal ves no este tan mal como pensamos...

Yo asentí sin ganas de decir algo mas, me esperaba lo peor y por mucho que preparara todas mis fuerzas para verlo, tenia miedo...Un miedo tan agobiante que me consumía. Era imposible cambiar de expresión con todo lo que esta pasando. Admiro a Carlos , aunque el este devastado, quiere subirme el animo, aun así si el suyo esta por el suelo... Un hombre verdaderamente increíble.

Las puertas del ascensor nos abrieron paso y decidí que era la hora de ser increíblemente fuerte, no me rendiré, esta ves no me quebrare...Lo haré todo por Logan. Tengo unas ganas asesinas de decirle que se despierte, que me abrase y que me bese de la manera en la que el solo puede hacerlo. Quiero decirle que cambiaria lugar por el, que lo amo como nunca he amado a nada y que jamas lo dejaría solo nunca mas. Decirle cuanto lo necesito y decirle que no dejare que nadie mas se interpondrá entre el y yo.

Estaba paralizada hasta que Carlos apretó mi mano.

- Estas bien? - Me miro a los ojos.

- Solo por el...- Hice una pausa -Estaré bien.-Vi el labio inferior de Carlos temblar de una manera muy sutil, se como se siente y daría mucho para que no lo sintiera. Esta ves fui yo la que apretó su mano y salimos del ascensor.

Caminamos un momento por un largo pasillo, un pasillo un poco largo hasta que vimos las habitaciones que nos había dicho el doctor, pasamos en frente de ella y era cierto. Tenían una gran ventana para observar el paciente pero la mayoría tenían cortinas. Había gente sentada en frente de cada habitación, deben ser los familiares.

Llegamos a la habitación 408, teníamos que doblar a la izquierda para ir a la de Logan, rogué que mis piernas se estabilizaran cuando doblamos esa esquina.

Efectivamente era la ultima habitación pero eso no fue lo que me llamo la atención. James y Kendall acapararon toda mi atención. James estaba sentado en frente de la habitación con las manos en la cara y Kendall estaba sentado a su lado con una mano tapando su boca y lagrimas salían de sus ojos. Se podían escuchar pequeños sollozos por parte de ambos, ambos lloraban muy por lo bajo.

Sentí que el mundo debajo de mis pies se detenía, fue imposible no soltar lagrimas con esa escena. No podía resistir eso, no ellos, ellos no lo merecen y menos Logan.

Carlos fue el primer valiente que se acerco con lentitud a la ventana. Los chicos al notar que habíamos llegado comenzaron a secar sus lagrimas, no quería que ellos hicieran eso, ellos tienen que desahogarse. La mirada de Carlos se planto en algún lugar de la habitación, sus ojos se abrieron como platos y luego se llevo una mano a la boca, lo escuche soltar un sutil ''No'' y de golpe se separo de la ventana.

- Dios, por favor, no – Carlos puso sus manos en su cara como que si no acabara de creer lo que vio. Mis pies parecían estar pegados al piso pero aun así junte todas mis fuerzas para dar un paso hacia la ventana pero cuando lo hice James se paro de repente y me tomo de los hombros.

- No tienes que ver eso _____ - Dijo apartándome, tenia los ojos y la cara enrojecida. No puedo creer que yo lo halla visto así.

- Quiero verlo James – Intente avanzar.

- Hazme caso ______ - Se interpuso – No quieres ver eso.

- James déjame pasar – Trate de esquivarlo.

- Logan no me perdonaría si te dejara que lo vieras así – Me sostuvo en sus brazos.

- James, suéltame – Lo aparte – Tengo que verlo.

LENGUA EXPERTA | Logan HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora