~42~ 🍽 Vamos por los pasos del destino 🍽

65 7 0
                                    

El silencio parecía reinar entre los dos aunque los gritos y el ruido de la cocina fuera la música de fondo, había olvidado lo que se sentía estar en situaciones así, bajo estrés, disfrutando lo que hacía y pasándolo bien con alguien más, se habían acoplado tan perfecto que el trabajo para los demás había disminuido tras tener a dos chicos que eran increíblemente rápidos.

La pelinegra pedía materiales y a los segundos eran entregados, guiaba a su acompañante en aquel nuevo método de cocina en la que ahora trabajaba y aunque en pequeñas partes se perdía siempre pudo seguir el ritmo.

Yukihira Soma sabía trabajar con ella y acoplarse perfectamente a un nuevo estilo, suponía que tras trabajar con ella un tiempo había aprendido de las técnicas que caracterizaban su cocina.

El rato paso más rápido de lo que creía, y para cuando se dio cuenta ya habían terminado, el cansancio fue sentido hasta entonces cuando su jefe en esa noche le decía que ya era momento de descansar, suponía que por el espacio vacío del comedor tras salir de cocina, ya pasaba de media noche.

Aunque, una cabellera capto su atención entre todo lo restante de luz que había. Aquello hizo que girarse a ver a su amigo qué solo le miraba sonriendo, Yukihira Joichiro sentado en una mesa con un plato de comida, el plato de comida que había hecho a conjunto con su hijo.

Se acerco a este dudosa de ello, tomo asiento frente al mayor y le miro esperando algo, cualquier cosa que fuera a suceder.

La que supuso fue una regañada apareció momentos después, más que nada por su desaparición y vaga comunicación, además, fuera de eso, una charla entre los tres llego.

Un buen momento. Y una explicación de lo que había pasado entonces tras su regreso, la victoria de los rebeldes contra Azami, el arreglo en la familia Nakiri y más cosas.

Le habían contado a detalle lo que había pasado. Contado historias de todos y el cómo cada uno mejoraba considerablemente.

El cómo Nakiri se volvió directora y el cómo Soma ahora era primer consejero, además de los puestos de sus demás amigos.

Les extrañaba, sin duda alguna, y aunque no sabía siquiera si volvería a Japón y a integrarse a Tōtsuki esperaba pronto volver a verlos.

La noche terminó cuando al fin estaba en casa tras una amena charla y un agradecimiento del chef que pidió su asistencia, se había vuelto conocida en el país por sus simples y magníficos platillos presentados, estaba en boca de muchos gastrónomos reconocidos en el continente por la fama de sus logros desde que regresó, concursando en competencias donde fue ganando tras esfuerzo, y donde recuperaba poco a poco su capacidad e interés en lo que hacía.

Se había hecho a conocer a demás, por la rapidez de su trabajo y mezcla de muchas técnicas culinarias aprendidas en su estancia en Japón. Estaba triunfando, y eso, en parte, le llenaba, pero, aun así, sentía que no era todo lo que podía ofrecer.

—Tu padre te llama a su oficina— escucho a alguien decir estando en su hogar, era de noche y la hora de la cena no tardaba en llegar, había salido en la mañana a reuniones de trabajo para nuevo personal además de que en la tarde había quedado con un muy buen amigo suyo que hacía tiempo no veía, había sido un día cansado pero bastante relajante

Después de regresar de su salida con aquel chico que conocía de hace años había llegado a casa notando lo extraño que era que su padre estuviera mucho antes de aquel momento.

Siempre salía minutos después de ser anunciado el final de preparación de la comida y llegaba justo a tiempo para ello.

Pero, había sido informada que su padre ya estaba ahí, en la que se había vuelto su casa, en la oficina que había sido de su abuela y en la que actualmente trabajaba en ocasiones.

SPICES (Akira Hayama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora