~25~ 🍽 Ideales 🍽

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La noche cayó al fin y justo como le habían dicho ahora estaba en aquel pequeño parque, había llegado poco antes por lo que aprovecho para tirarse en alguna roca grande que encontrará, había logrado calmarse y tranquilizar su enojo interno, las cosas habían cambiado tan repentinamente que no había podido procesar las cosas tan bien como lo hubiera hecho en su hogar, y ahora que lo pensaba, y reflexionaba, había cambiado tanto desde que llego, que ya no era esa chica mandona ni altanera que fue solicitada a ingresar a esa escuela.

Suspiro un poco, tal vez, y solo tal vez, estaba de acuerdo con lo que aquel hombre de nombre Azami dijo.

Cayó sus pensamientos cuando logro escuchar voces y algunos ruidos a su lado, sin moverse escucho lo que decían.

—Dime, ¿qué opinas de Erina como chef?— preguntó el mayor al aire sin siquiera mirar al contrario con el que había llegado

—¿Que qué opino?— hablo el pelirrojo siendo interrumpido por la chica

—Es arrogante y orgullosa, bastante especial— hablo ella ganándose la mirada del pelirrojo, tomo asiento en donde estaba y saludo cortamente al chico

—Yukihira, ¿Y tú?— la voz del adulto le hizo mirarle nuevamente, cuestionándose sobre la presencia de la joven qué ahora veía la escena con gesto desinteresado

—Es muy quisquillosa con los sabores— porto su pose pensativa —Y siempre está algo tensa

—Erina fue una niña muy risueña— empezó a decir el mayor de los tres, ganándose el par de miradas jóvenes que tenía detrás

La explicación empezó, terminaron tomando asiento ambos hombres cerca de ella.

—Yukihira Soma, Eiby Zitle— llamo a ambos chicos quienes le miraron expectantes —Solo les pido una cosa— se inclinó aún sentado —Rescaten a Erina, por favor. Se los ruego.

Inmediatamente giro su vista al joven, sabía que a pesar de haber convivido un poco con la pelirrubia, Yukihira le tenía más estima que ella, si bien no quería problemas no podía rechazar al hombre que ahora rogaba por salvar a su nieta. Así que, lo que por el momento había pensado tras la explicación del más grande para ayudar a la joven le hizo teclear en su móvil rápidamente.

Dile a Alice que saque a Erina de su habitación, de lo contrario, digámosle adiós a la Erina Nakiri que conocemos— mando el mensaje rápidamente

Sabía que su amigo pelinegro, amigo y seguidor de Alice le comunicaría aquello a su señorita, ahora solo esperaba tener su confirmación de que habían logrado hacerlo.

Y justo como pensó, a los minutos de haber escrito el mensaje tuvo la respuesta.

Listo.— corto, informativo y tranquilizador, y aunque la noche se había vuelto lluviosa, las palabras del pelirrojo tranquilizaron al mayor

Suspiro y asintió a las palabras contrarias, dejo que el otro se fuera corriendo y quedó a solas con el adulto que aún seguía mirando la silueta de quien se alejaba.

—Usted fue quien me llamó. Y quien insistentemente me pido ingresar a esta academia— recordó la joven sin levantarse, sabía que tendría que darle una larga explicación a su compañero —Sabía cómo era mi trabajo y lo bueno que era, debo suponer que esperaba de mi ayuda en esto de lo que le está pasando a Erina

El mayor dirigió la mirada a la joven qué al contrario de él, miraba al cielo de esa noche.

—Debo admitir que por un instante las palabras de aquel señor si me llamaron la atención y me hicieron dudar— confesó ganándose una mirada sorprendida —Pero recordé que así no es mi cocina— bajo la mirada encontrándose con la del ex director —Yo cocino por alguien, no para otros, y lo hago a mi manera, sin órdenes, sin mandatos que me hagan cambiar eso— se enderezo y sacudió su ropa —Ayudaré a Erina, no somos amigas pero no tolero todo el tema del control sobre otros— se inclinó en respeto —Considere mi completa fidelidad a los ideales que tiene

SPICES (Akira Hayama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora