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¿Adónde van los corazones rotos?

Eso mismo se preguntaba Chris, era a la quinta chica que rechazaba está semana y apenas había empezado en aquel nuevo instituto.

Veía a la morena parada en frente suyo con neutralidad, las lágrimas caían de sus verdosos ojos mientras se giraba para salir andando de ahí y regresar con su grupo de amigas, dejando a Chris algo desconcertado.

Caminó relajado en dirección al baño, allí encontró a un chico algo bajo arreglando su cabello, se veía afeminado y vestía ropa ancha.

—Oh, ¡Hola!— El más bajo de los dos lo saludó poniendo algo de gloss en sus carnosos labios para después darle una suave sonrisa.

—Hola.— Devolvió aquel saludo sin emoción alguna y apartó la mirada para después girarse dispuesto a marchar, pero una pequeña mano tomándolo de su sudadera lo alertó.

—Eres Chris, ¿Verdad?, la profesora te presentó hace unos días, pero no he tenido la oportunidad de hablar contigo aún, soy Neo.— Sonrió siguiendo los largos pasos del mayor mientras este lo miraba algo agotado.

—Mhm, ya, me tengo que ir.— Sin mucho interés apresuró el paso dejando a Neo ahí parado mientras lo veía alejarse en la distancia.

• • •

Toda la gente se amontonaba en la salida, Neo había tenido Educación Física en la última hora, por lo que solo llevaba unos shorts ajustados junto a una camiseta de manga corta, los baños estaban llenos en la salida por lo que sí entraba ahora perdería el autobús, así que no tenía oportunidad de cambiarse.

El pequeño temblaba de frío, se apresuró a llegar a la parada de autobús y se sentó en ella, refugiándose así un poco de la lluvia que caía con fuerza, pero no del frío.

Chris había salido hace poco también en la misma dirección, iba hacia su casa cuando vio al chico del baño en la parada de autobús con aquella ropa corta y temblando, se acercó hacia él algo enfadado.

—¿Se puede saber que demonios haces aquí sentado y así vestido? Vas a coger hipotermia.— Su tono de voz se oía molesto, aunque su expresión seguía siendo la misma neutra de siempre.

—Esperar el autobús, ¿acaso eres ciego?— El menor se levantó dispuesto a encararlo, pero, mierda, Chris era demasiado alto para que él llegara a hacer eso.

—Eres un idiota, el autobús cambió sus horarios y ya no pasa a esta hora, vamos.— Lo tomó del brazo para después comenzar a caminar bajo la fría lluvia, sumando que el menor forcejeaba el agarre y que sí no llegaban pronto a su casa ambos enfermarían, se le estaba agotando la paciencia.

—¡Suéltame, ya basta!— Neo hacia un gran esfuerzo por escapar de aquel chico, pero resultaba imposible.

—Mira, Neo, no te conozco, pero créeme que no tengo problemas en ponerte el culo rojo aquí mismo.— Paró en seco para decir esto, nuevamente con su neutralidad característica, el menor solo agachó la cabeza de forma sumisa y siguió el paso del contrario hasta el apartamento, no podía creer que él le hubiese dicho eso.

El piso era grande y espacioso, con grandes ventanales ahora mojados por las gotas de lluvia.

—Ve a tomar una ducha caliente al baño de la derecha, haré lo mismo, cuando termines quiero que me esperes en el salón.— Dijo firmemente acompañando hasta el pasillo al menor, para después revolver su cabello y dirigirse al otro baño para tomar una ducha y cambiarse.

⌜    ︳𝘼𝙡𝙚𝙭𝙞𝙩𝙝𝙮𝙢𝙞𝙖  ☕   ︳  ⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora