OCHO

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BLOODSHED

"alguien me sostiene segura y cálida, los caballos brincan a través de una tormenta de plata,"

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"alguien me sostiene segura y cálida, los caballos brincan a través de una tormenta de plata,"

once upon a december, anastasia



capítulo ocho

LAS VENTANAS ESTABAN EMPAÑADAS, el cielo estaba lleno de nubes blancas y de ellas caían pequeños copos de nieve. El invierno había llegado.

Jordan miraba desde su ventana cómo los niños jugaban con la nieve, una pequeña sonrisa se abría paso en su frío rostro.

Estaba sentada en la repisa de la ventana, con las piernas colgando y el brazo derecho sujetando el marco de madera para no caerse.

Los copos de nieve se posaban en sus piernas mientras oía a la gente tararear canciones navideñas comunes y a los niños gritar felices lo que querían que Papá Noel les trajera por Navidad. El aire era ligero y delgado, un brillo feliz en los rostros de todos los que pasaban, era agradable, a Jordan le encantaba la idea de la Navidad, le encantaba lo tranquilos que parecían todos a su alrededor.

Sacó el brazo izquierdo y atrapó unos cuantos copos de nieve con la mano, sonriendo ante un recuerdo de cuando era más pequeña.

Diciembre 16th, 1967 :
Jordan, de 7 años

Jordan canturreó contenta mientras su madre le ponía una bufanda alrededor del cuello:—Ya está, cariño—.La mujer habló amablemente, y con una gran sonrisa en la cara, Jordan soltó una risita y salió corriendo de casa para ser recibida por montones de nieve en el suelo.

—¡Mamá, vamos! Rápido, rápido!—La niña rió alegremente y al cabo de unos instantes salió su madre, con una gruesa chamarra negra y un gorro de lana que había tejido un mes antes.

Era su primera Navidad en la nueva casa como familia, una carcajada brotó de los labios de su madre al ver a su hija tropezar en la nieve.

Jordan se levantó rápidamente y empezó a hacer un muñeco de nieve; su madre estaba sentada en los escalones del porche, con una cámara de metal en la mano, mientras sacaba fotos de su única hija. La niña soltó una risita cuando el muñeco de nieve se cayó:—¡Mamá, ayúdame!—.exclamó emocionada.

La mujer dejó la cámara en los escalones de madera y se levantó para ayudar a su hija. Pasaron unos vecinos y saludaron a Cecilia, que les devolvió el saludo con una suave sonrisa.

Cecilia se arrodilló junto a Jordan y empezó a jugar con la nieve. Después de unas horas jugando con la nieve, llegó el padre de Jordan. Observó a las dos chicas jugar con la nieve y sonrió satisfecho, se acercó a las dos y se sentó.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐒𝐇𝐄𝐃 | ᵛᵃⁿᶜᵉ ʰᵒᵖᵖᵉʳ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora