𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐒𝐇𝐄𝐃 | ᵛᵃⁿᶜᵉ ʰᵒᵖᵖᵉʳ ✓

TREINTA Y SIETE

BLOODSHED

"¿me seguirás queriendo, cuando ya no sea joven y bella? me seguirás queriendo, cuando no tenga nada más que, mi alma dolorida,"

young and beautiful, lana del rey

capítulo treinta y siete

EL SOL BAJABA sobre la nueva casa de Jordan, la tranquilidad era algo a lo que no estaba acostumbrada.

Estaba acostumbrada al silencio espeluznante y a ver a Vance casi todos los días desde su ventana, pero ahora tenía que caminar veinte minutos si quería verlo.

Suspiró y se mordió el labio, a Ava le habían dado una casa enfrente de Jordan, lo que significaba que Finney también vivía prácticamente enfrente de ella, pero eso no era suficiente.

Jordan se apoyó en el sillón, había acabado vendiendo la mayoría de las cosas de la casa de Andrew, excepto las de su dormitorio y algunas otras que quería.

Se levantó y se giró hacia el teléfono. Suspiró y se acercó a él. Marcó el número que le resultaba familiar y le contestó la voz de una mujer.

—Hola, soy Vera Hopper—.La mujer habló amablemente, y una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Jordan.

—¿Está Vance en casa?—

—¡Oh! ¡Querida, sí que lo está! Voy a por él—.Oyó a la mujer gritar su nombre, y la oyó usar la palabra novia.

Todavía no estaba acostumbrada.

Se acercó al teléfono,—Ey—.

—Múdate conmigo—.Fue directa al grano, tomando a Vance desprevenido.

—¿Cómo dices?—

—Múdate conmigo.—

—Estaré ahí en una hora—.

Una enorme sonrisa se dibujó en su rostro al oír el teléfono colgar, lo descolgó y se mordió el labio emocionada.

VANCE CUMPLIÓ SU PALABRA, en una hora Jordan oyó el claxon de un coche. Abrió la puerta de golpe y se acercó al chico que tenía cajas en el coche.

—Hola—,sonrió mientras le daba un rápido beso en los labios.

—Hola—.Dijo saliendo del coche.

—¿Qué dijo tu madre?—preguntó Jordan, girando el cuerpo a un lado para recoger dos cajas.

—Me dijo que me fuera—.

Jordan soltó una carcajada:—Wow, te echó antes de que pudieras decir algo—.

Vance sonrió y la siguió para recoger algunas de sus cajas, y entró en la casa, Jordan depositó las cajas en el suelo y Vance hizo lo mismo.

Jordan cerró la puerta y se sentó para abrir las cajas,—Qué has traído—.

—Mis cosas—.

—¡Wow de verdad!—Jordan habló con sarcasmo, ganándose una mirada de Vance.

UNA VEZ QUE VANCE DESEMPAQUÉ en la misma habitación en la que estaba Jordan, se sentó junto a ella en el sillón y le rodeó el hombro con un brazo.

—Esta casa no me parece un hogar—.Habló con el ceño fruncido.—Pensé que el hecho de que estuvieras aquí la convertiría en un hogar, pero a veces falta—.

Vance enarcó una ceja:—Es toda la casa del sueño americano, ¿no?—.

La boca de Jordan se abrió un momento, una sonrisa se dibujó en su rostro,—¡Sí!—.

—¿Sí?—preguntó Vance.

—¡Ya lo tengo!—

—¿Tienes qué?—

—¡Por qué no está en casa! ¡Vamos!—

Jordan se puso los zapatos y salió corriendo hacia el coche de Vance, saltó al asiento del copiloto.

Rápidamente se sentó a su lado, quería preguntar pero no dijo nada.

—¡Tienda de pintura!—

LA PINTURA salpicaba a los dos mientras terminaban de pintar el exterior de la valla, cambiaron parte del interior para adaptarse más a ellos mismos, lo único que quedaba era el buzón.

Jordan se acercó corriendo con un bote de pintura roja y negra, escribió el nombre de Vance en el buzón en rojo oscuro antes de escribir el suyo en negro.

Vance estaba apoyado en el buzón mientras ella pintaba los nombres, cuando se apartó quedó la huella de una gran mano roja.

Lanzó una mirada culpable a Jordan:—Uy—.

Ella puso los ojos en blanco, pero se subió la manga y mojó la mano en la pintura negra antes de golpear su propia mano contra el buzón.

Vance esbozó una sonrisa y se apresuró a entrar en la casa, seguido de Jordan.

Después de lavarse las manos, empezaron a cambiar los muebles de sitio: el sillón se colocó frente a la ventana y la mesa de centro frente a ella, e incluso se movieron los cuadros.

Jordan enmarcó la foto de ellos tomados de la mano y la de Vance y Jordan en la graduación, y las colocó sobre la chimenea, con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

Cuando terminaron, los dos se desplomaron en el sofá con cara de agotamiento.

—Recuérdame que nunca me cambie de casa—,rió Jordan, ganándose un codazo de Vance.

—Te lo recordaré—.

Jordan apoyó la cabeza en el hombro de Vance ycerró los ojos.

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