XVIII

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Sus ojos se abrieron dando un pequeño brinco rápidamente captando la atención de todos los presente que comenzaron a reir.

— ¿zed?, te dormiste una hora.

Su amiga le dio un gran golpe nada doloroso en su hombro, ¿fue un sueño?, busco con la mirada al castaño que cayo en su hombro, estaba tan dormido que el movimiento ni le importo.

— que paso?.

Dejo de moverse al sentir la mano de su gran amigo en su pecho esperando que no se mueva.

Su amiga dio una risa y le dio contexto del momento.

— pues te tomaste toda botella y comenzaste a hablar raro y tu castañito se tomo media botella y se quedo dormido después de bailar.

Las mejillas rojas del zombie se hicieron mas y mas rojas, todo lo que paso fue un simple sueño?.

— que pasa?, parece como si hubiera echo algo.

su amiga negó con su cabeza y siguió hablando con los presentes.

La mirada del zombie cayo en el castaño a su lado, se sentía horrible, había soñado con algo que nunca pensó que pasara y no pasara el seguro tiene a alguien y el solo lo esta deteniando o Atrasando a su confesión.

Pero amaba esas pequeñas muestras de amistad que sus sentimientos crecían mas y mas. Se levanto  del sillón donde estaban recostados y tomo al castañito como princesa.

— ¿adonde vas?.

Su amiga vio el secuestro del zombie al castaño algo confundida.

— ahorita vengo.

Dejando con mas dudas a la pobre chica se marcho teniendo un suave quejido del castaño, tenia pensado llevarlo a tu casa pero la idea de que lo viera era una peligroso.






Dejando con mas dudas a la pobre chica se marcho teniendo un suave quejido del castaño, tenia pensado llevarlo a tu casa pero la idea de que lo viera era una peligroso

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Habían salido de la ciudad zombie y ahora el mas alto tenia al chico en su espalda mientras al bajo se le escapaba suaves palabras.

—¡Zed!,zed, zed.

El grito del chico hizo reír al alto, se la pasaba gritando nombres sin sentido por todo él camino.

— Zed, no me dejes.

Las manos del castaño que antes solo se movían por el movimiento de la caminata cambiaron a abrazar el cuello —sin llegar ahorcar— del alto.

" 𝙩𝙝𝙚 𝙫𝙞𝙤𝙡𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙮 "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora