Rápidamente lo aparte, no sabia lo acaba de pasar, sabia que eso se llamaba "besar" pero...no...pensaba que seria algo asi.
Cuando estaba apunto de dar un explicación a eso el solo tomo mi camisa acercándome a el devolviéndome aquel beso que por accidente ocasione, cuando nos separamos vi sus mejillas muy rojas y sus ojos iluminados.
¡No me arrepiento de NADA!, el se metió primero a la cafetería yo aun pensaba en eso, ¡DIOS!, sentía con seria una día malo pero esto lo mejoro todo, con una sonrisa boba entre a la cafetería.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— y después? Que paso!?.
Eliza me preguntaba con insistencia lo que había pasado con el castañito yo solo le negaba, no pensaba contestarle esta vez fue un momento bonito para mi y ella no es chismosa pero no confió tanto en decirle.
— no paso nada.
Cuando entramos a la "clase" ella se sentó a lado de mi para seguir insistiendo.
— oh vamos, yo te ayude un poco.
Ella tiene razón me ayudo pero aun no confió, le volví a negar con mi cabeza, ella chasqueo su legua y hizo un puchero.
— bien!, solo no le cuentes a nadie.
Ella me miro triunfante, negué con mi cabeza al ver la manipulación que había hecho.
— vamos hermano, yo soy tu hermana, cuéntame.
Ella se acerco mas asegurándome Varias veces que no le diría a nadie, me acerque a ella susurrándole lo que paso, su mirada rápidamente mostró sorpresa apenas termine de contarle.
Poco a poco una sonrisa empezó a formarse en su rostro eso me asusto un poco y tape su boca pues ella en cualquier momento gritaría.
— Cállate Eliza.
Ella empezó a gritar muy bajo, nos veían algo raro, yo solo les Sonreí evadiendo la miradas de curiosidad, ella dejo de gritar y quito mi mano, la dejo toda babeada fuchi.
Me limpie mi mano en mi ropa, ella estaba riendo como loca, ella parecía mas alegre que yo por lo acontecido.
— ya calmate.
Ella me miro confundía pero como una sonrisa.
— ¿acaso tu no te emocionaste al-.
Le tape la boca, mis mejillas estaban tan rojas que la pregunta se resolvía sola, ella solo sonrió.