Y tal como habían quedado, después de aquella charla en la comodidad de la cama de vegas, los besos con un plus de toqueteos habían empezado.
La primera vez Pete se había sentido extraño pues Vegas había respetado realmente su acuerdo y eso le hacia feliz, no se había propasado aún cuando había sentido que claramente aquel momento le había exitado.
Ambos se sentían bien como iban las cosas, habían empezado con besos donde Vegas acariciaba su cintura para gradualmente llegar hasta el redondo trasero de su novio el cual había aprendido a disfrutar aquel toque.
Después habían pasado a los abrazos por la espalda donde Pete habia descubierto que le gustaba la forma en que Vegas repartía besos en su cuello, dejando alguna que otra mordida en su lóbulo mientras recorría su pecho con su mano libre al mismo tiempo que Pete comenzaba a mover su cadera en busca de aquel contacto con el endurecido miembro de su novio el cual no desperdiciaba ninguno de los roces que el trasero de Pete le regalaba hasta que ambos habían descubierto que el más bajo solía llegar a sus orgasmos cuando el mas alto apretaba solo un poco su cuello, lo hacía tan suave pero firme que Pete no podía evitar sentir todo el éxtasis llegar a su cuerpo cuando aquello ocurría.
La primera vez que habían descubierto aquello Pete realmente se había avergonzado mucho, pero Vegas le había ayudado a entender que no era nada malo pues cada persona tenía algún gusto en particular y después de aquello Pete había aceptado que había descubierto algo que nuevo que le gustaba.
Las cosas para ambos habían mejorado considerablemente después de aquello, poco a poco ambos tomaban la experiencia necesaria en aquel terreno, Pete había descubierto que particularmente Vegas adoraba la manera en que actuaba diariamente, un chico alegre que luchaba por lo que quería, inteligente y cuidadoso de sus seres queridos, pero también descubrió que cuando de sexo se trataba le gustaba dominarlo, darle un poco de dolor sin llegar a herirle realmente.
Y Vegas había descubierto que aún que Pete era muy fuerte, expresivo, cariñoso e independiente, cuando de sexo se trataba le gustaba ser dominado, recibir órdenes y no le iba mucho las cosas suaves.
Y fue también ahí donde los rumores diarios sobre ellos habían comenzado, a Pete le daba risa como escuchaba los "susurros" de sus compañeros compadecidose de él por el mal trato que Vegas había comenzado a darle.
Algo que Vegas había notado desde el primer acercamiento en el ámbito sexual que habían tenido era que Pete realmente era alguien que se excitaba rápidamente y confirmo más su teoría una vez que había aprendido los lugares más susceptibles de su novio.
No era secreto para los dos que no eran la primera pareja del otro, pero tampoco lo era el echo de que eran la primer pareja donde ambos opinaban y decidían sobre su relación y eso les hacía sentir que realmente eran la primera vez en todo del otro.
Habían pasado ya casi 3 meses desde que Pete le había dado aquel pase a Vegas, esa tarde se encontraban en la casa del último pues al no tener ningún pendiente solo de dedicarían a pasar el rato juntos como casi siempre les gustaba.
Vegas se encontraba en la cama con la espalda recargada en la pared mientras leía algun libro mientras Pete se encontraba acomodando la ropa que horas atas habían lavado juntos, claro que lo único que habían echo era recoger todo y meterlo a la lavadora mientras charlaban en la espera de que la máquina hiciera todo, pero ellos veían aquello como algo más que solo eso.
Así que mientras Pete terminaba de colocar la ropa limpia en su debido lugar Vegas no podía evitar desviar su vista del libro hacia la vestimenta de su novio, la cual constaba de una camisa propia de Vegas la cual le llegaba poco más allá de medio muslo a su novio, la cual claramente entre tanto movimiento que hacía Pete solía subirse hasta el inicio de su trasero.
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I'm Yours VegasPete
Short StoryDónde a Pete le gusta provocar los celos en Vegas después de que descubre que le gusta la manera posesiva en la que lo trata cada que algo le pone celoso