2. Supermerk2.

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El vampiro y algunos de sus secuaces estaban todos en la oficina del supermercado casi siendo las seis de la mañana. El resto de la noche lo habían pasado preparando el supermercado, y además ya habían congelado a Erina con Jonathan, así que no había de que preocuparse.

En la radio sonaba una tonada de cumbia a un volumen bajo, dejando escuchar principalmente la voz de Dio mientras de fondo apenas se distinguían ciertos instrumentos usados para la cumbia villera.

—Cada uno de ustedes va a desempeñar distintas actividades dentro del local. Si alguien se le ocurre preguntar por el Don Joestar o su mujer le dicen que se tomaron unas vacaciones —empezó a explicar el rubio mientras se tomaba un mate amargo—. La plata recaudada va directo a la caja que tengo abajo del mostrador y nadie la toca, ¿Me escucharon?

Todos asintieron con la cabeza.

—Perfecto, porque sino Diavolo me hace mierda. Ahora les digo sus puestos y en media hora abrimos el supermercado —habló mientras sacaba un anotador y empezaba a escribir—. Vanilla Ice se va a encargar del congelador y de la carnicería, Enya va a atender la verdulería y Pucci se encarga de la limpieza y de repositor.

—Amo Dio, ¿No es peligroso abrir el local a estas horas? —preguntó Pucci debido al peligro que representaba armar algo así.

—Vos no te preocupes querido, tengo a Hol Horse, Kenny y Nukesaku en la esquina viendo por si aparece algún motochorro o algo raro, ellos nos comunican o en su defecto los cagan a tiros —. Dio tranquilizó al sacerdote con su explicación.

Viendo que nadie tenía dudas, Dio abrió el local exactamente a las 6 de la mañana. Pensaba tenerlo abierto hasta las 3 de la madrugada del día siguiente, así ganaba a aquellos clientes que por azares del destino salían a comprar muy tarde o muy temprano. La desventaja es que los únicos que podían quedarse despiertos hasta esas horas eran él y Vanilla Ice.

Lo bueno es que como era el primer día de trabajo todos podrían trabajar durante ese día. Dio se encargaría de atender a los clientes, ¿Qué tan difícil podría ser?

El primer cliente entró a las 6:30 A.M, justo media hora después de abierto el local. Se trataba de un joven con peinado extraño y su amigo.

—¡Me estás jodiendo que hay un chino abierto a esta hora! —exclamó su amigo—. ¿¡Te das cuenta Josuke!? ¡Podemos comprar birra más temprano!

—¡Bajá un cambio Okuyasu! ¿¡Tan temprano te vas a poner en pedo!?

—¡No me importa nada, dale Josuke págate la birra!

Eran demasiado ruidosos para el vampiro, deseaba que se fueran de inmediato pero estos parloteaban como si fueran las dos de la tarde.

De pronto apareció otro joven, pero este era un enano y aparentaba ser más tranquilo que los otros.

—¡Qué haces Shigechi tan temprano! —exclamó Okuyasu saludando a su amigo. Josuke también lo saludó.

—Es que vi este lugar abierto así que vine a investigar, ¡Jejeje! —exclamó caminando hacia la parte de la carnicería.

Dio se quedó pensante en que iría hacer ahora, en primer lugar estaban los pibes que hablaban como cotorras y en segundo, ¿Qué pasaría si venía algún inspector o algo parecido?

—¿Qué hacen unos jovenes paseando tan temprano? —les preguntó Dio.

—Somos estudiantes, entramos en media hora así que una hora antes siempre caminamos por ahí, es nuestra rutina —explicó Josuke amablemente—. Che, ¿Vos sos nuevo, no?

—Sí —respondió Dio a secas.

—¡Ah qué bien! Mirá, el dueño anterior de este local era re gorra que no nos vendía nunca una birra porque somos menores, ¿No nos harías la gauchada y nos vendes unas? Dale que después te recomendamos.

El Supermercado Bizarro de Dio Brando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora