Obey Me!/ Oneshots Vol.2

El Regreso (OM! x Genshin)

Kae...- susurró Mc mirando al techo a través de la negrura de la noche- seguro que no querés acompañarnos a Natlan?

-me encantaría, pero no puedo dejar mi puesto como capitán de caballería, es una pena, pero debo quedarme- el joven caballero se acostó de lado y acarició el cabello de la chica quien en silencio intentaba ocultar su decepción.

-Paimon te va a extrañar...

-No lo creo. Seguramente se va a alegrar porque va a haber más comida para ella

-verdad, eso es algo muy Paimon. Lo admito, yo voy a ser quien te va a extrañar. Desearía que me acompañaras... - la viajera sabía que no había manera de convencerlo, solo podía resignarse.

-Cuando regreses a Mondstadt tendremos mucho tiempo para ambos y ponernos al día. Quiero ser el primero en oír las increíbles aventuras de la caballera honoraria

-caballera honoraria... Suena muy lindo cuando lo decís- en la densa obscuridad buscó la mano de Kaeya y a modo de promesa la apretó con fuerza- Es un trato, vas a ser el primero en escuchar mis nuevas historias sobre tierras lejanas y aventuras inolvidables.

-Estaré esperando- le dio un beso en la frente y la acurrucó hasta que ambos quedaron profundamente dormidos

El cielo de Teyvat estaba completamente nublado y la temperatura había comenzado a descender, una tormenta se aproximaba por el este. Si tenían suerte llegarían a la ciudad de Mondstadt antes de que comience a llover a cántaros.

-Qué manera de recibirnos! -dijo Paimon observando las amenazantes nubes- Paimon no puede volar en la lluvia. Viajera, promete que no dejaras a Paimon y te irás con Lucifer a buscar refugio.

-No te preocupes Paimon, Mc jamás haría algo así- aseguró Lucifer quién las acompañaba desde Natlan.

Este alto caballero de pelo azabache al que comúnmente se lo conocía como Lucifer era descendiente de uno de los siete seres elegidos por el arconte pyro, Murata, que participaron en la guerra de los Arcontes hace alrededor de 2000 años atrás. Estos seres al igual que los Yaksha en Liyue poseían una esperanza de vida extremadamente larga, sin embargo, aquellos siete guerreros padecieron en batalla dejando atrás a sus descendientes quienes, al haber sido demasiado jóvenes, los conocieron a través de historias y leyendas.

Lucifer era el mayor de los siete y trabajaba como mediador entre el príncipe Diavolo de Devildom, la capital económica de Natlan y las demás naciones de Teyvat. Natlan no era una nación agrícola bajo ningún uno de la palabra, los suelos eran áridos y la mayoría estaba cubierto en una gruesa capa de ceniza o piedra volcánica. Y aunque el suelo fuera fértil el caluroso clima y frecuentes erupciones volcánicas harían imposible la plantación y cosecha de granos, frutas o vegetales. Por esta razón Lucifer y los demás diplomáticos intentaban crear la mayor cantidad de conexiones de mercado con otras naciones posibles. En estos tratos de comercio normalmente Natlan exportaba minerales y combustibles y recibía diferentes productos alimenticios.

En esta ocasión Lucifer acompañaba a la viajera de vuelta a Mondstadt para hablar sobre la posibilidad de establecer una nueva ruta de comercio.

-Ahhh! Esta empezando a llover!

-Estamos cerca de la aldea Aguaclara. Quedémonos allá hasta que deje de llover tanto

Los tres corrieron en dirección a la aldea y esperaron que pase la tormenta bajo un toldo cerca de uno de los molinos. Afortunadamente la tormenta no duró mucho y pronto llegaron la ciudad de Mondstadt bajo una ligera llovizna.

-Gracias Luci por usar tu visión para hacer una barrera de pyro

-No es nada. Simplemente no quería que te enfermes por estar con esa ropa húmeda en el frío- ahora que lo mencionaba cuando salieron de Aguaclara Mc estaba empapada, pero ya no.