Terminar siendo el banco de sangre de trece seres extraños es algo difícil de imaginar y mucho peor de vivir, sin poder estar en pie, pálido y sin fuerzas para siquiera poder comer o levantarse, sentía su cuerpo desfallecer cada vez que intentaba da...
NamJoon se dejó caer en los brazos de JungKook, su débil cuerpo había cedido al tacto del más alto.
Una sonrisa ladina se dibujó en el rostro del pelinegro, cargó a NamJoon levemente y caminó hasta el pie de la cama, dejó el cuerpo del menor sobre ella y luego subió hasta quedar encima de su cuerpo, cuidando de no aplastarlo mucho en el proceso. Fue dejando leves caricias en el vientre del menor, tomándose el tiempo de tocar su cuerpo, sin prisa y con calma, alzó levemente la camisa y sus manos se introdujeron debajo de ella, permitiéndole tocar el abdomen del menor, sintiendo dolor al apreciar y sentir lo delgado que era, el como sus costillas sobresalían lo hacía sentir enfermo de rabia.
- Lamento haber tardado tanto en sacarte de ese infierno- alzó la mirada hasta encontrarse con la de NamJoon, quien lo miraba con sus ojos cristalinos, consumidos por sus pupilas- No volverás allí- subió un poco, hasta quedar a la misma altura que el pelinegro, lo observó por un momento y luego volvió a bajar, esta vez quedándose a la altura del cuello de NamJoon, ocultó su rostro ahí, aprovechando para inundarse de ese exquisito aroma que envolvía al menor.
Guió sus manos sutilmente hasta la entrepierna de NamJoon, al llegar a ella la palpó levemente, sintiendo el miembro del pelinegro semi-duro, una sonrisa volvió a aparecer sus labios, subió despacio su mano, hasta llegar al borde del pantalón, sin mucha dificultad lo fue bajando despacio, se separó de NamJoon y terminó de deshacerse de la prenda, dejando al menor tan sólo con su camisa y su ropa interior.
NamJoon parecía estar en otro mundo, no podía pensar en nada más que no fuera el tipo de ojos violetas que se encontraba sobre él, sus mejillas se tiñeron de rojo al sentir como quedaba semidesnudo ante los ojos de JungKook, la situación lo hacía morir de vergüenza pero no quería que parara, estaba dispuesto a continuar.
La siguiente acción de JungKook fue quitarse su camisa, observaba atento al menor, esperando a que respondiera de alguna manera, ya fuera que lo alejara o no, su sorpresa fue grande al sentir como las manos de NamJoon se posaban sobre su abdomen, con ese brillo en los ojos que expresaba deseo, el pelinegro fue bajando su mano ante la atenta mirada de JungKook, llegó hasta el borde de la cremallera de su pantalón y la bajó de sopetón, desabrochó el botón y luego bajó la prenda en un instante, dejándolo hasta la altura de sus rodillas.
La boca de NamJoon se sentía reseca, ansiado de probar los labios de JungKook otra vez, el pelinegro, al no poder evitar escuchar ese pensamiento, bajó hasta quedar a la altura de los labios del menor, quedando a pocos centímetros de poder tocarse.
- ¿Lo quieres?- preguntó JungKook acercándose un poco más, rozando los labios del pelinegro.
- Si- soltó NamJoon casi al instante, dejando sorprendido a JungKook, quien luego de la sorpresa relajó la mirada y sonrió levemente.
- Tómalo- JungKook quería terminar de poner a prueba la iniciativa del menor.
NamJoon dudó, entre si matar su sed de una vez o esperar a que JungKook terminará por acercarse y besarle, sin embargo, antes de que pudiera pensar en algo más, ya se encontraba dirigiendo sus manos hasta el cabello del mayor, enredó sus manos en la suave cabellera y con un leve empujón atrajo a JungKook hasta sus labios, pagándolos por completo, comenzando con un sutil movimiento entre ellos.
JungKook tomó demandante la cintura del menor, alzándolo levemente, rozando sus miembros por encima de la tela.
El ritmo del beso cambió, la lengua de JungKook se introdujo en la boca de NamJoon, buscando enredarse con la lengua del contrario, para ese punto toda la ropa estorbaba inmensamente, el mayor se separó del beso, dejando que el pelinegro tomara aire, mientras él se encargaba de deshacerse de la camisa del menor, junto con su ropa interior, dejándolo apreciar el miembro de NamJoon apunto de explotar, sonrió para sus adentros. Se levantó de la cama y se dedicó a terminar de bajar su pantalón, junto con su ropa interior.
NamJoon lo miraba atentamente, observando la parte íntima de JungKook, llenándose de ganas por tenerlo dentro, sentía la necesidad de tocarse pero no quería hacerlo, cerró los ojos, intentando controlarse, hasta que sintió cómo el cuerpo del mayor volvía a estar sobre él, sus ojos viajaron hasta los ojos de JungKook, apreciando el rojo que en ellos habitaba, quedando hipnotizado.
JungKook se acercó lentamente a NamJoon, hasta pegar sus frentes, cerró los ojos y colocó su mano en el abdomen del pelinegro, fue descendiendo poco a poco con ella hasta llegar a la entrada de NamJoon, fue metiendo uno de sus dedos en esta, escuchando un jadeo por parte del contrario.
- ¿Qué...? Está frío- dijo NamJoon, sintiendo un líquido frío correr por dentro de su ano, ¿En qué momento se lo aplicó?
JungKook rió por lo bajo, escuchar de vez en cuando los pensamientos de NamJoon era sumamente divertido.
El de ojos violetas acortó la distancia entre ambos, pegó sus labios a los de NamJoon en un beso lento, mientras comenzaba a sacar y meter el dedo en su entrada, penetrando lentamente en ella, sintiendo como el pelinegro se estremecia ante el movimiento, procedió a meter otro dedo, el menor al sentirlo llevó sus manos a la espalda de JungKook, clavando sus uñas en ella.
- El dolor pasará- metió un tercer dedo, dejándolos quietos, NamJoon sentía desfallecer, dolía como el demonio.
Luego de un rato en esa posición, JungKook empezó a mover los dedos, comenzando con un ritmo lento, haciendo que NamJoon llevara su cabeza hacia atrás, sintiendo un pequeño placer recorrer por todo su cuerpo, el cual no duró mucho, el pelinegro sacó lentamente los dedos de la cavidad anal del menor, acomodándose para adentrarse él. Con lentitud fue metiendo su miembro, la cara de NamJoon era una obra de arte, gimiendo entre el placer y el dolor.
Una vez dentro se quedó en esa posición, intentando no moverse para que NamJoon se pudiera acostumbrar a las nuevas dimensiones.
- ¿Estás bien?- NamJoon asintió levemente, sin ser capaz de poder hablar ante la nueva sensación que su cuerpo estaba experimentando, después de un rato comenzó a mover sus caderas, queriendo sentir el miembro de JungKook aún más.
JungKook sonrió, observando como NamJoon comenzaba a buscar más contacto, se movió levemente, puso ambas manos alrededor de la cintura del pelinegro y comenzó un vaivén muy suave, cuidando de no lastimar al menor, llevó su cabeza para atrás, sintiendo las paredes cálidas de NamJoon.
El pelinegro tomó el cabello de JungKook con una mano, atrayéndolo hasta sus labios, comenzando un beso húmedo, el mayor en respuesta fue aumentado sus movimientos, comenzando a sentir la excitación en el tope, llevó una de sus manos hasta el miembro de NamJoon, comenzando a masturbarlo, causando que el menor comenzara a gemir por la sobreestimulación, y bastaron un par de estocadas más para que el menor se corriera en manos de JungKook, quien terminó segundos después de NamJoon.
JungKook se dejó caer sobre NamJoon, mirándolo atentamente, el sudor corriendo por su frente, sus ojos cristalinos y su boca entreabierta buscando aire, llevó sus manos hasta el cabello del chico, apartándolo de su frente, rió levemente.
- ¿Me extrañaste?
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