Capítulo 18

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 JungKook

La luz de la luna se colaba a través de la ventana, dándole algo de iluminación a la habitación tan oscura en la que el pelinegro se encontraba, sus ojos rojos estando aún presentes en sus cuencas, sus uñas clavadas al suelo y su respiración agitada, luchando contra la sed de sangre que lo consumía por dentro.

Cada día pasaba igual, al salir el sol sus instintos despertaban, las ganas de comer carne y beber sangre se incrementaban y perdía gran parte de su autocontrol, la poca cordura que le quedaba le permitía luchar contra sus impulsos, lograba encerrarse en aquella habitación y permanecía allí horas hasta llegada la noche, cuando en algún momento de ella lograba recuperarse, unas veces tardaba más que otras.

Su respiración comenzaba a calmarse, sus ojos pasaron a negros y luego a su color original, ese violeta intenso tan único, pudo retraer sus afiladas uñas y volvió a ser él, se estiró sobre el suelo, agotado mentalmente, mirando al techo, por su mente pasaba mil preguntas las cuales no tenían respuesta, su cuerpo lanzando espasmos de vez en cuanto, intentando volver a La normalidad.

La puerta de la habitación fue abierta lentamente, por ella entró Jimin, cabizbajo y algo molesto.

- Estoy cansado- el rubio se sentó en el suelo, a un lado de su amigo- ¿Qué más le inventó a NamJoon cuando pregunte por ti?- preguntó con algo de molestia e irritación.

JungKook se quedó en silencio, pensando en NamJoon, cada vez que el pelinegro aparecía en su mente se llenaba de impotencia, recordaba las palabras de Jimin y SeokJin un tiempo atrás; "¿Qué pasa si por un descuido lo muerdes? " "¿Qué harás cuando muera entre tus brazos?", le aterraba el hecho de llegar a imaginar que eso pudiera pasar, se alejaba de NamJoon para evitar alguna desgracia, ¿Pero qué le dirá cuando pregunte el por qué no aparece durante el día?

- No lo sé, Jimin- sintió la mirada juzgona del susodicho y sonrió de lado, escuchando a su vez los pensamientos del rubio- Sólo intento no hacerle daño- borró su sonrisa al decir eso, también pensaba en cómo se encontraba NamJoon, parecía estar en casi las mismas condiciones que en la otra casa, sin siquiera poder salir y sentir el aire fresco del bosque- Tampoco se sí puede vivir así, parece más un prisionero que una persona libre.

- ¿Qué quieres decir con eso?- Jimin miró confundido a JungKook, intentando descifrar lo que con sus palabras quería decir.

- Tal vez debería dejar que vuelva a su vida normal- el pelinegro cerró los ojos, visualizando la imagen del chico, esos ojos que robaban su atención, sus labios carnosos, su cuerpo, sus manos y su cabello negro, un ángel otorgado a un demonio como él, uno que podría matarlo, acabando con su vida por un simple descuido, por algo que JungKook ni siquiera podía controlar.

- ¿Si te das cuenta de lo que estás diciendo?- Jimin se levantó del suelo, se encontraba de mal humor y JungKook sólo lo empeorará diciendo idioteces- Te costó mucho darte cuenta de lo que sentías por NamJoon, te costó sacarlo de esa casa y alejarlo de la loca maniática de Sook, ¿Y ahora dices que lo vas a dejar ir?- el pelinegro se puso de pie, observando con confusión a Jimin- Estás acabando con mi paciencia Jeon JungKook.

- Hace un tiempo atrás no querías que estuviera con él, ¿Por qué ahora has cambiado de opinión?- JungKook se cruzó de brazos, mirando atentamente a Jimin.

- Creo que es obvio que lo quieres, nunca antes había expresado algo más que odio por todo- puso sus manos en su cintura y levantó la cabeza- Intento hacer que tengas algo de felicidad en tu miserable eternidad- se acercó lentamente hasta el más alto y lo tomó por los hombros, empujando su cuerpo hasta la puerta de la habitación- Sal de aquí y ve a alegrar tu penumbrosa existencia.

JungKook observó por encima de su hombro a Jimin antes de abrir la puerta y salir de la habitación, soltó una sonora risa, aún confundido por los cambios tan repentinos en la actitud de su amigo.

El pelinegro se dirigió a paso calmado hasta la puerta de la habitación en la que NamJoon se encontraba, sintiendo algo de duda en la acción de abrir la puerta, no quería entrar y ser bombardeado en preguntas que no sabría cómo responder, pero quería mirar a NamJoon. Tomó el pomo de la puerta entre sus manos y abrió lentamente, asomando levemente su cabeza, observando como el cuerpo del pequeño humano estaba tendido sobre la cama, cubierto por numerosas cobijas.

JungKook entró despacio, si el pelinegro estaba dormido lo menos que quería era despertarlo, cerró la puerta detrás de si, viendo a su vez como la cabeza de NamJoon se asomaba por encima de las sábanas, observando atentamente a quien había irrumpido en la habitación, al divisar a JungKook su expresión cambió a una de sorpresa, retiró las cobijas y se sentó sobre el colchón, mirando atentamente los ojos violetas del vampiro, quedando hipnotizado por el vibrante color.

- JungKook...- salió en un pequeño susurro de los labios de NamJoon, quien observaba como el contrario se acercaba a paso lento hasta la cama, sentándose a un lado de él.

- NamJoon- fue lo único que dijo JungKook antes de acercarse más al chico, quedando a centímetros de tocar sus labios, el pelinegro rodeo el cuello del más alto con sus brazos y terminó de juntar sus labios, comenzando un beso lento y necesitado al mismo tiempo.

JungKook tomó la cintura de NamJoon con sus manos, alzándolo como si fuera la más liviana de las almohadas, lo colocó encima de su regazo y profundizó el beso, coló sus manos debajo de la camisa del pelinegro, hundiendo sus dedos en su abdomen.

NamJoon se separó del beso en busca de aire, permitiendo a su vez que JungKook le quitara la camisa que traía puesta, dejado su torso desnudo, Al pelinegro se le pintaron las mejillas de rojo, no importa cuántas veces JungKook le viera desnudo, siempre le daría vergüenza.

- Quiero hacerte una pregunta- NamJoon aprovechó el pequeño rato de calma para aclarar sus dudas, al ver que JungKook asintió levemente decidió seguir- ¿Por qué sólo estás aquí por las noches?

JungKook quedó en blanco, esto era lo que temía al estar a solas con el menor, las preguntas que no sabía como responder comenzaban a salir.

- Yo...- se encontraba buscando la salida más rápida de esta situación- ¿Podemos hablar sobre eso luego?- bajó la mirada, encontrándose un poco acorralado por la situación.

NamJoon lo miró con los ojos entrecerrados, observó su camisa en manos de JungKook y se la arrebató, se la colocó de nuevo y bajó de su regazo, casi arrastrándose hasta la cama, aún no recuperaba sus fuerzas del todo.

- No quiero hacerlo luego.



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