Pov. Hanna
Ya había pasado un tiempo desde que me trajeron a la guarida de Orochimaru, la mayor parte de ese tiempo la pase con Sasuke ya que no me dejaba salir de su cuarto, sé que es por protección, pero ya es hora de que regrese, tengo toda la información que requiero.
Sasuke: ¿Enserio tienes que irte? – antes de que pudiera seguir avanzando por aquel corredor, Sasuke apareció frente a mí y colocó su cabeza en el hueco de mi cabeza y hombro – no quiero que te vayas... no me dejes... – su aliento chocaba con mi cuello, lo aleje un poco quedando frente a frente y él puso ambos brazos alrededor de ni cintura.
Hanna: Tengo que, sabes que Orochimaru me ha estado vigilando al igual que Kabuto, será cuestión de tiempo el que quieran conseguir me genética, y sabes que no puedo permitir eso.
Sasuke: Lo sé, al ser la hija de un ser divino tus células en manos equivocadas las consecuencias podrían ser desastrosas – dio un largo suspiro para separarse por completo, puse mi mano en su mejilla para que me viera a los ojos.
Hanna: Tranquilo, en algún momento nos volveremos a ver – le acaricie la mejilla con suavidad, a lo que él la tomó con una de sus manos.
Sasuke: Lo sé, pero eso no evita a que me preocupe por ti – tomo con un poco más de fuerza la mano que estaba sosteniendo – cuando todo termine, iré por ti, y te casaras conmigo lo más pronto posible.
Hanna: Apenas tenemos 16 dudo mucho que eso sea posible.
Sasuke: Tal vez no ahora, pero pronto sí, y para cuando todo termine, por fin podre estar contigo a mi lado – sus palabras me asombraron, él no suele ser muy sentimental o cariñoso, al menos cuando estamos en público, solo le di una pequeña sonrisa.
Hanna: Estaré esperando por ti entonces... – con eso dicho me aleje por completo de él para caminar por el pasillo, no sin antes girar mi cabeza para verlo.
Amón: Mi señora, todo está listo, Elan tiene las instrucciones necesarias para proceder – comentó apareciendo al lado de mí.
Hanna: Perfecto, Amón, tú te quedaras y continuaras con la misión que te asigne al salir de la aldea – me agache a su estatura y le acaricié la frente – cuídalo por mí ¿Si? – pude ver como Sasuke estaba por responder mi comentario.
Amón: Así lo haré mi señora – desaparecí de la vista de ambos no sin antes dirigirle una última mirada a Sasuke, destruiría toda la guarida antes de irme, pero tenía plena confianza en que el podrá salir ileso de todo el caos que estaba a punto de provocar.
Hanna: Ya es hora – concentré mi Chakra junto con mi energía divina para liberarla toda de golpe provocando un agujero en el techo que permitía que la luz del sol entrara en ese pasillo largo y angosto, no tardé en escuchar las pisadas de ninjas que venían a ver que era el escándalo, al divisarlos, eran más de 20 y Kabuto estaba en frente de todos.
Kabuto: ¿¡Adonde crees que vas!? – no le di respuesta y mire en dirección al cielo esperando a mi emplumado amigo – ¡No dejen que escape! – su grito resonó por todo el pasillo al descubrir mis intenciones de salir de aquella horrible guarida de serpientes.
Hanna: ¿Enserio crees que personas como ustedes podrán detenerme? – una ráfaga de viento se hizo presente siendo ocasionada por Elan haciendo que algunos de aquellos ninjas salieran disparados – si es así, eres más estúpido de lo que creí – Elan alzó sus dos patas delanteras y las estampo fuertemente en el suelo, ante tal acción el suelo se empezó a agrietar – si yo fuera tú saldría de aquí antes de que todo caiga sobre tu cabeza – me subí al lomo de Elan para emprender vuelo, pude ver a la distancia como se derrumbaba aquella guarida, se perfectamente que Amón puso a Sasuke en un lugar seguro así que no me preocupaba – ¿Qué dices amigo, regresamos ya? – el solo hiso un sonido para dirigirnos a la aldea, momentos como este son escasos, pero agradezco que Elan este a mi lado, después de todo lo ha estado durante una gran parte de mi vida.
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Mi Luz (Sasuke Uchiha)
FanfictionYa habia pasado un par de años desde que Hanna, Hinata, Temari, Sayuri y Saiko dejaron sus aldeas para entrenar en Takagamahara junto a sus Regalias. Solo bajan de ves en cuando para hacer trabajo de campo, es desir purificar fantasmas.