Matrimonio. [Luckity.]

Prólogo.

[Matrimonio.]

Para poder vivir felices, debemos compartir la corona.

"Solo nos queda una última opción, y todos ya sabemos cuál es. " respondió tajante, apretó sus manos encolerado, intentando guardar la calma ante el comportamiento tan descarado que últimamente el príncipe heredero estaba teniendo, y todo por culpa de aquel insinuoso Omega, tan irrespetuoso, desvergonzado, atrevido e insolente. Había estado dejando pasar la situación, sin embargo, al ver el descontento de sus súbditos, y el como el príncipe heredero estaba dejando en una muy mala posición a la familia Real, lo estaban llevando a tomar desiciones precipitadas.

"No podrías, no te atreverías. " Luzu, hastiado de la situación, se puso de pie, sus manos golpearon con tanta fuerza la mesa que las copas se tambalearon, el ambiente comenzaba a ponerse tenso, tanto que la pobre Reyna madre comenzaba a marearse por tales fuertes feromonas que soltaban tanto su querido esposo, cómo su primogénito.

"Luzu, cariño... Tú mismo nos has orillado a tomar esta desición, si tan solo hubieras guardado la compostura y..."

"¡No, madre, no! "

"¡No te atrevas a volverle alzar la voz a tu madre, eres el príncipe heredero, comportarte como tal. Ese jodido y descarado Omega te está convirtiendo en alguien irreconocible, nosotros no te hemos inculcado esos valores, y mira que sí me he de atrever, nos has decepcionado, y no solo a nosotros, también a tu pueblo mismo!" Rabió el Rey, dejando entre ver sus colmillos, dejándole el claro al príncipe que no se doblegaría, que la decisión ya estaba tomada. Estuvo tomada desde que él comenzó a enamorarse de alguien indigno de la corona, estuvo tomada desde hace mucho tiempo de todas maneras.

"Es mi vida, no pueden obligarme a nada, ni mucho menos forzarme a un matrimonio por conveniencia. " su voz tibuteó. Miró suplicante a su madre, esperando a que ella por una vez, lo escuchara y lo apoyara.

Pero vaya que fue todo lo contrario. Su madre desvío la mirada, apretó sus labios y guardo completo silencio. Luzu, sin saber qué más hacer, volvió a enfocar la mirada en su padre, sus facciones se suavizaron, al borde de la desesperación, no, no dejaría que le apartaran de su Omega, él no tenía la absoluta culpa de nada, y sabía cómo era su familia. Siempre se habían opuesto a Auron solo porque era alguien rebelde, sin modales y ya no era virgen.

" Está decidido, te casarás con alguien de alta gama, alguien digno de esta familia. Y te guste o no, dejaras a ese Omega bastardo."

"Ustedes... Siempre hacen lo mismo, siempre se esfuerzan por hacerme infeliz, por arruinar mi vida, ¡Yo no pedí nacer en esta familia, yo no pedí nacer en cuna de oro!" negó con su cabeza, soltando una risa monótona, ya no tenía nada que hacer ahí.

"Te lo hemos dado todo, así que no tienes derecho a oponerte."

"Nunca piensan en lo que yo quiero, nunca piensan en como me siento. No soy un jodido robot sin sentimientos como ustedes. Y madre, creí que por una vez en la vida, estarías de mi lado."

"Luzu..." lentamente se puso de pie, con intención de acercarse, sin embargo, la actitud tan reacia de su primogénito le deprimió. Soltó un pequeño chillido lastimero cuando lo vió apartarse, y finalmente dejar la estancia.

Quizá un matrimonio arreglaría la reputación del príncipe.