Thirteen

1.1K 144 55
                                    

[Vacío.]

 ¿Es amor o simplemente un momento encantador?

Porque no habría días en los que no le amaría.
Esta sería la noche más solitaria.

Quackity desvió su mirada, sus labios temblaban y no pudo evitar abrazarse a sí mismo por la confusión que le embargaba en estos momentos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quackity desvió su mirada, sus labios temblaban y no pudo evitar abrazarse a sí mismo por la confusión que le embargaba en estos momentos. ¿Qué dónde estaba? 
Se encontraba parado frente al escritorio de su prometido, quién le miraba expectante en espera de una respuesta de su parte, pero era así de simple:
No sabía qué responder, ni mucho menos se sentía en la obligación de hacerlo.

"¿Y bien?" Volvió a preguntar el Príncipe, su mirada llena de monotonía se mantenía tan fija en la figura frente a él. Sus codos se apoyaron en la gruesa madera del escritorio, entrelazando sus dedos y apoyando su mentón entre sus manos, suspirando con frustración por ver al Duque parado como una jodida estatua. 

"No tengo nada que decir."

"¿No tienes nada que decir?" Escupió casi al instante cuando recibió aquella respuesta tan vacía, lo mínimo que esperaba de todo aquello era un «Me equivoqué y me disculparé, mi comportamiento no fue el más educado para esta familia» "¿Por qué no empiezas por un <lo siento>?"

"Lo siento." Respondió sin mirarlo, toda aquella situación le parecía de lo mas estúpida, pero no lo diría en voz alta, no cuando estaba frente a la próxima máxima autoridad de todo el reino de Karmaland. 

Borja, cansado nuevamente por la actitud de Quackity, golpeó con fuerza su escritorio, provocando que el omega se exaltara. Sería cosa de todos los días, dudaba que existiera un solo jodido día, una sola jodida hora, un solo jodido segundo en donde Quackity no representara una decepción para él, que no representara una amenaza de un simple matrimonio mal arreglado. 
Al principio, la primera impresión que tuvo del Duque, no iba a mentir, era el chico mas dulce, perfecto y bonito que vió, mas sin embargo, todo aquello cambió cuando se dió cuenta de que, debajo de aquella bonita máscara de ángel puro, yacía alguien cuyo comportamiento era el mas despreciable y desagradable con el que lo pudieron emparejar.

Después se enteraba de eso, ¿hacía falta algún otro suceso para que, en efecto, terminara de odiar mas a Quackity y ese matrimonio? Porque definitivamente, esa fue la última gota que rebalsó el vaso. 

"Sabes muy bien que no me refería a que te disculparas conmigo, a estas alturas me pregunto, ¿qué demonios pasaba por tu cabeza para que hicieras eso? ¡¿qué carajo pasaba por tu mente como para revelar de esa manera tan abrupta nuestro matrimonio?! y no solo eso, arruinaste la noche de bodas de un buen amigo mío." Cuidadosamente se puso de pie, caminando hacia el omega como si se tratara de un león enjaulado yendo tras su presa.

Ante su comentario, el Duque no pudo evitar reír con incredulidad. Tomó el valor suficiente para poder mirarlo a la cara y ni siquiera se inmutó cuando vió aquellos orbes rojizos brillando en furia, ni mucho menos se doblegó cuando su fuerte y apestoso aroma comenzó a inundar cada rincón de la habitación, asfixiandole casi al instante. No obstante, Luzuriaga estaba muy equivocado si creía que era como un omega cualquiera, si creía que eso era suficiente como para ponerlo de rodillas.
 Le sonrió con superioridad antes de cruzarse de brazos, sabía que su prometido era una figura importante, el futuro Rey. Sabía que Luzu era el sucesor, que podía tener y hacer lo que se le diera la gana, que podía crear las reglas, cambiar al sistema, destruir el régimen o bien, dejar que se cayera peldaño por peldaño lo que una vez sus antepasados se encargaron de construir. Sabía que su prometido tenía mucho poder, que su voz era una autoridad y que su mandato una orden, él era el próximo a ser Rey, y sin importar cuantas veces se equivocara, sin importar que no se disculpara, todos lo entenderían y aceptarían sus acciones. Porque Luzu era una figura muy importante para el reino.
Todos lo entenderían, todos excepto Quackity, porque si era sincero, se estaba comenzando a cansar de ser mancillado por Luzu y no solo eso, sino que también por su jodido amante. ¿Luzu creía que podía echarle todo eso en cara? ¿a quién quería engañar diciendo que «había arruinado la noche de bodas a un buen amigo suyo»? ¿ahora se le llamaba así a los amantes? 
La situación le causaba gracia. 

Matrimonio. [Luckity.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora