[Triste agonía, ahogándome en un lugar donde mi voz y mi opinión, no valen absolutamente nada.]
"¡Sublime, me encanta!" Escucha a lo lejos los chillidos de su madre e inmediatamente enfoca su mirada en el enorme espejo que yace frente a él. Sin embargo, lo que sus orbes visualizan hace que todo a su alrededor deje de tener sentido. ¿Por qué era el único que lo notaba? ¿Por qué nadie hacía nada? ¿acaso debía gritar para que su voz finalmente rompiera barreras y atravesara aquel vil cuento de hadas que era mas una historia de terror? Por que sí, no lucía para nada contento realizando los preparativos de su boda.
Sus ojos desenfocados y cegados, empañados por pequeñas capas de oscuridad, sin ningún brillo existente. Bajo sus cuencas unas imperceptibles ojeras adornaban, el toque final era aquella preciosa linea fina en sus labios, que no denotaban clara existencia de emoción.
<Parezco un pendejo.> Murmura por lo bajo antes de levantar su brazo para terminar de abotonar sus mangas. Termina y deja que la conmoción bañe el rostro de todos los presentes, él, en cambio, se limita a ensanchar una sonrisa llena de incredulidad y vacío.
Inhala profundo, en busca de algo que fuese capaz de calmar toda la incertidumbre que en esos momentos parecía carcomerle el interior muy lentamente. Súbitamente lleva sus manos a sus cabellos, desordenandolos, olvidándose por un momento que estaba frente a una de las figuras mas importantes de Karmaland.Se estaba comportando de manera infantil, él había sido educado para ese momento y ahora no podía evitar reclamarse internamente por ello. <E aceptado, e aceptado, e aceptado.>
Los primeros años de su vida habían transcurrido con el iluso anhelo de un cuento de hadas, uno donde se casaba con su príncipe azul, uno donde sus padres estaban orgullosos, uno donde era el omega perfecto, con el esposo perfecto, con el matrimonio perfecto, con hijos perfectos y una familia perfecta. <Perfecto, perfecto, perfecto, debe de ser perfecto.>
Y de verdad, no buscaba romper los sueños de aquel pequeño Quackity que vivía en su interior, de aquel niño que fue educado con el único propósito de servir a una persona y serle fiel hasta la eternidad.¿Cuándo comenzó con esa ideología? Si remontamos a esa época en donde empezamos a tener conciencia, a esa época donde comenzamos a pensar por cuenta propia, diría que desde siempre. Porque nunca le enseñaron a que podía tener otros sueños, otros anhelos, otros pensamientos... Y pronto comenzó a idealizar una vida de aquella forma en su cabeza. no había nada de malo en él, no había nada de malo con adorar a una persona porque a fin de cuentas, en eso se basó su enseñanza. <"Lo hicimos porque era lo correcto.">
«Sus manos arremetieron con fuerza sobre la pequeña mesa, la porcelana se rompió en miles de pedacitos y al fondo, el grito ahogado de su madre ensordeció sus oídos, pues ese, era su jarrón favorito.
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Matrimonio. [Luckity.]
Fanfiction..."Éramos tres, en un matrimonio de dos." ✓Capitulos cortos. ✓Omegaverse. ✓Luzu x Quackity como pareja principal. ✓Se respeta cualquier tipo de pensamiento. ✓Saltos exagerados en el tiempo. ✓Mención de otros personajes fuera del Lore.