Matrimonio. [Luckity.]

Two.

[Estricta Monarquía.]

Porque para llegar al final feliz, primero debe pasarse por un desarrollo trágico.

La música clásica que tocaba la orquesta le estaba fastidiando, ver a todos comportarse de una manera tan grácil y elegante le llenaba de náuseas, hace medio año atrás seguramente estaría disfrutando de la fiesta, pero en esos momentos, solo quería salir corriendo de ahí, porque nada de ese mundo era para él, o al menos ya no.

Hace una semana que había dejado de ver a Auron, habían sobrepuesto un límite, uno que sin duda le estaba llevando hacia la desesperación, quería correr a sus brazos, atrapar sus labios en un beso y fundir sus cuerpos, por alguna extraña razón su Alfa estaba inquieto, inquieto por saber más de su Omega, aquel que, al parecer, le había olvidado demasiado rápido, y eso le hacía sentir muy triste.
En cuanto abandonó aquella habitación después de hacerle el amor, lo último que supo de él fue que estaba volviendo a salir con su ex, aquel hombre que despreciaba tanto por robarle a su chico, y Auron... Había corrido a sus brazos como una zorra.

¿Entonces por qué él le había propuesto la idea de irse? La idea había sido tentadora, nada más le alegraría cómo la dicha de escapar a su lado, irse a un lugar tan lejos en donde jamás pudiesen encontrarles, sin embargo, al repasar los pros y contras, sabía que de una u otra forma terminarían perdiendo. El fuerte linaje que caracterizaba a los Luzuriaga le dejaba intranquilo, estaba seguro que ellos le buscarían sin descanso alguno por sol y sombra, y la simple idea de que ellos le hicieran algo a su pobre Omega... No, jamás se lo perdonaría si alguien de su propia familia llegaba a dañar a Auron.
También había pensado en la probabilidad de abandonar la corona, pero eso significaría ser desterrado y tachado cómo traidor, además de que no quería poner toda aquella carga sobre los hombros de su hermano menor, quién era un Omega. Todas las alternativas llegaban al mismo desenlace, con un Auron dañado o en el peor de los casos, sin vida.

Apretó la copa, intentando contener sus feromonas.

"Luzu, amigo, controlate, romperas la copa." su mirada se dirigió hacia el anfitrión de esa «encantadora» velada. Alexby era el duque de la casa blanca, conocido más que nada por todos los logros que sus generaciones pasadas habían obtenido, su linaje era fuerte, casi a la par del suyo. "No te ves muy contento, si no querías venir no te iba a obligar." Bromeo, intentando apasiguar las aguas tan tempestosas que traía su amigo, se notaba enojado y algo afligido, razón por la cual todos los presentes se habían apartado de su lado, nadie quería tener cerca a un Alfa enfadado, y menos cuando se trataba del príncipe.

"¿Pero que dices?" indignado por sus palabras, fingió haberse ofendido. Sin embargo, al ver la cara de su compañero, supo que él ya sabía gran parte de la verdad, y que no tenía caso fingir cuando estaba más que claro su mal humor. "Esta bien, no es que no quisiera venir, simplemente que... Han estado pasando unas cosas que me tienen muy tenso, tío." Suspiro, dejando la copa reposar en una de las tantas bandejas que traían los mayordomos. "Siento que este ambiente ya no es para mí, no encajo."