Matrimonio. [Luckity.]

Nine.

[Deberes.]

Lo que un soberano debe hacer por su pueblo. Las reglas fueron escritas para seguirse al pie de la letra.

Si alguna vez le preguntarán cómo describiría él la felicidad, utilizaría los colores como base para su explicación.

La felicidad la sentía como un bonito color rosa, ¡O quizá como el color amarillo! Eran colores tan vivaces que se veían en el día a día, el rosa bien podría asemejarse a las flores, que si bien las había en muchos colores, el rosa representaba cariño y dulzura.
El amarillo tendía a ser más chillón, cómo los rayos del sol golpeando en tu piel en un día de verano o en una salida a la playa.
Si alguna vez le preguntarán cómo él le daría significado a la felicidad, lo haría con colores, porque siempre que era feliz, un dulce matiz acompañaba su felicidad. Cómo aquel bonito color rosa que bañó sus mejillas cuando lo puso incómodo, ¡O también podría ser por el bonito color rosa de sus esponjosos labios, cómo un dulce algodón de azúcar! O como aquella bonita gabardina amarilla que llevaba puesta.
El color representaba más en sus recuerdos, y quizá por eso su felicidad la representaría con colores, porque Quackity era la más perfecta representación armoniosa del arcoiris.
Si alguna vez le preguntarán sobre su felicidad, les diría que está tenía nombre y un temperamento muy encantador.

Por mucho que intentara negarlo, era muchísimo más claro que el agua. Esa simple union entre sus manos se lo confirmo, lo supo por la extraña sensación que recorrió su cuerpo en cuanto sus manos se sujetaron, o cuando en el sofá, al tenerlo tan cerca, el dulce de su perfume lo embriagó dejándolo con ganas de más.
Su único deseo en esos momentos, era olfatear la fragancia de las feromonas de su acompañante. Haría todo lo necesario para que Quackity liberará aquel dulce aroma que acompañaba su piel.

Apresuró sus pasos por el extenso pasillo, enfocándose en las miles de sensaciones enanejantes que el chico con el que tenía sus dedos entrelazados le estaba causando; sabía que eso jamás podría ser porque el pequeño pato sería prontamente su cuñado, el prometido de su hermano mayor y por ende, la persona con quién su hermano gobernaría el pueblo.
Quackity pasaría de ser un Duque a ser la cuarta persona con más poder en la familia Real, mientras que él... Si ya era opacado, lo sería aún más cuando ese Omega perfecto fuera parte de la familia.
No le molestaba en absoluto, estaba casi seguro de que la relación que compartiría con el heredero sería pésima, y solo entonces, él estaría ahí cuando Quackity ya no pudiera más.
El plan era simple, ni si quiera tuvo que pensarlo tan detenidamente debido a que Luzu haría el resto. Él solo debía quedarse tranquilo en espera a que su hermano mayor arruinará todo por culpa de Auron. Luzu ya lo tenía todo ¿Por qué no era feliz con lo que tenía? ¿Cuál era la necesidad de ir detrás de alguien que solo te había estado usando? Despilfarrando sin piedad el patrimonio de la familia.