Curva final.

1.4K 106 32
                                    

~¡El último capítulo!

Lo siento por tardarme tanto, me he tardado tres días más de lo prometido pero tuve una semana extraña, primero que según tendría examen, depsués que no, luego circuitos y al final, demás tareas.

Las dejo leer por ahora y ya al final preparen su pañuelo porque lloraremos juntos T-T

Enjoy! (última vez que digo esto para este fic).~

Grahim no recordaba haber sentido ese grado de temor en un tiempo al ver que Link perdía el conocimiento. Sin importar que su cuerpo le recordó la delicada herida que tenía en el estómago con un agudo dolor, se movió rápidamente para sujetarlo antes de que golpeara el piso. Cuando sus rodillas chocaron contra el suelo, tuvo que morderse el labio para evitar soltar un quejido, se había reabierto la herida.

Zelda se apresuró a llegar a su lado, luciendo igual de preocupada que él. Sin perder tiempo, se hincó a su lado y colocó una mano en la frente de Link—. Está caliente —dijo, sintiéndose bastante nerviosa.

Grahim devolvió la mirada hacia donde los gritaderos de aquel hombre se seguían escuchando, notando como los policías estaban teniendo un tiempo difícil para jalarlo fuera de la habitación. El hombre, haciendo uso de su monstruosa figura, intentaba soltarse y lanzarse, seguramente, hacia Link o él, desde esa distancia podía sentir el odio e ira desbordante que quería descargar contra ellos. El agarre en los hombros de Link se hizo un poco más fuerte, tenía un intenso deseo de levantarse y golpear a aquel animal, de desquitar toda una vida de humillaciones y dolor, ahora que estaba más vulnerable y no podía defenderse por completo. Realmente lo deseaba.

—Tío, Link necesita que lo llevemos al hospital —fue la voz de Vaati la que le hizo salir del trance en el que había caído. Le sorprendió que Vaati lo llamara de esa manera, normalmente agregaba algún sufijo o partícula que le quitaba la seriedad a la palabra y ahora no.

—Señor Grahim, vamos —Zelda le sonrió levemente, le agradaba ver que se le había pasado ese instinto asesino.

Grahim hizo un enorme esfuerzo para ponerse de pie mientras cargaba a su niño, rogando porque la sangre no manchara su ropa y pusiera a correr a todo mundo en la sala. Gaepora se acercó a él e hizo ademán de querer ayudarlo con Link pero se negó, Link era suyo y él se encargaría de salvarlo todas las veces que fuese necesario, como lo había hecho aquel día donde lo encontró en ese lugar de mala muerte.

Obscuridad. Link se encontraba de pie en una habitación totalmente obscura, a penas y podía ver su propia mano cuando la colocaba frente a su rostro, distinguiendo vagamente el contorno de sus dedos.

El silencio también lo envolvía todo, sólo podía escuchar su respiración entrecortada y el roce entre su propia ropa. ¿Dónde se supone que estaba?

«Culpable de todos los cargos»

Cierto, el juicio había terminado y el Heraldo había sido condenado a prisión. Había podido cumplir con el propósito de ayudar a Grahim y Vaati para librarse de aquel ser tan despreciable, había sido capaz de devolver aunque fuera un poco, el favor que ellos le habían hecho al salvarlo de una vida infernal.

Probando sus alrededores, dio un paso hacia adelante con cautela, aún no sabía que es lo que había en ese lugar y le daba miedo chocar contra algo que terminara por lastimarlo, aunque, en un sueño, es bastante improbable que te lastimes... a menos que se convierta en una pesadilla, claro está.

Tras cerciorarse de que nada pasaría, empezó a dar pasos más seguros hacia adelante, intentando encontrar una salida, una manera para encontrar aunque fuera un poco de luz, le ponían nervioso los lugares tan obscuros.

Vueltas del destino [Ghiralink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora