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Jimin y Yoongi convivían juntos durante dias con el intento de llenar ese vacio que pudo quedar en le corazón de Jimin tras la ausencia de su padre o por el que se origino de repente en el corazón de Yoongi al saber que siempre hubo alguien que lo estuvo esperando. Pensar que pudo haber evitado el sufrimiento de un niño de su hijo, aun le carcomia la conciencia aún si sabia que eso no era precisamente su culpa se torturaba a si mismo pensando que si hubiera observado mejor a su alrrededor sin ser tan egoista y haber terminado con el padre de Jimin tan abruptamente se hubiera dado cuenta.

Ciertamente el muchacho era muy unico y sincero en todo, en tan poco le habia ya desarrollado un gran cariño a Jimin.

- ¿Me compras algodon de azucar? - Pregunta Jimin mientras lo toma del brazo y lo jala con dirección al señor que los vendia.

Habian ido a un parque de atracciones despues de ya varias suplicas de parte de Jimin, quiera ir desde siempre y le alegraba mucho que el señor Min fuera tan amable con el desde que lo conoció.

Al principio pensó que su padre le habia mentido sobre la amabilidad y bondad de aquel hombre, pues al verlo le intimido un poco pues a pesar de no tener una altura mucho mayor a la suya era un alfa muy intimidante pero tras conocerlo todo eso quedo en el pasado ya que el señor Yoongi era muy bueno y comprensivo en todo.

Se habian convertido en buenos amigos.

- Claro. - Respondio con una sonrisa sacando dinero de su billetera para pagarle a vendedor que con gusto le dio uno de los algodones morados que tenia a la mano, Jimin lo recibió gustoso que en un intento de abrazar a Yoongi para agradecer mancho sin querer ese fino saco que traía puesto.

- ¡Lo siento! - Dijo alterado intentando limpiar sin exito la mancha de algodon que le habia quedado en el pecho a Yoongi con sus manos.

- Descuida no es nada, ¿por que mejor no vamos a comer? ¿Que clase de carne te gusta más?

- Si, hace mucho no como carne de res.

Finalizando la charla para dirigirse a un restaurante cercano.

- ¿De que sera esta mancha? - Pregunto curioso Hoseok a una de sus sirvientas, era el dia de lavado y estaban en el cuarto de lavado de la casa tenia que organizar bien el orden en el que se lavarian las ropas, separando las de color y ver cuáles necesitaban mandarse a la tintorería para un tratado más especial.

Era miércoles justo el dia de lavado, no era secreto que Hoseok tenia una rara obsesión con el orden y sobre todo la limpieza, podria considerarse uno de sus hobies incluso.

La sirvienta se acercó tras la pregunta de su jefe para tomar el saco y olerlo de cerca.

- Parece de algodón de azucar. - Respondio a Hoseok que extrañado le quito el saco y imitar la acción de la mujer lo confirmo, ciertamente si olía haci.

- Que raro... lleva este a lavado.

- Si señor. - Para tomar la ropa e irse en direccion a la lavadora.

Mientras hurgaba los bolsos de uno de los sacos de Yoongi los logro encontrar unos boletos al cine, boletos cuales obviamemte no fueron usados con el. En cuanto vio que la sirvienta estaba de regreso rapidamente se guardó los boletos y le entrego el saco.

- Este tambien.

- Si señor.

En la sala se encontraban ya las orquídeas que habia llegado esa noche, noche en la que Yoongi no habia llegado a cenar y cada dia la casa se volvia más solitaria de lo que ya era. Temia que empezará a odiar ese lugar que tanto le alegro comprar junto con Yoongi al casarse.

Orquídeas para mi esposo [Yooseok/Sope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora