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"Un acento invisible sobre el verbo amar"

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Ya pasaron de las diez y Hoseok había perdido por completo la esperanza de que Yoongi asistiera a su aniversario, ya no sabía exactamente qué pensar su mente estaba completamente nublada.

Pérdida.

Su hogar olía a noche buena y ciertamente esto lo mareaba un poco, habían traído muchas decoraciones con macetas de noche buena a último minuto, poniéndolas alrededor del lugar.

El canto de los niños seguía y eso era lo único tranquilizante para él hasta ese momento, pues las miradas de las personas que lo rodeaban lo hacían poner nervioso. Al finalizar su canto, cada niño entregó una flor, tulipanes, nardos y dalias muy preciosas que dieron forma a un hermoso ramo al juntarse.

- Bueno señor Jung ya es hora de que los niños descansen y ustedes tendrán muchos invitados que atender todavía. - Habló una madre finalmente después de una ronda de aplausos.

- Entiendo, muchas gracias. - Dijo Hoseok haciendo una reverencia mientras intentaba darles una sonrisa.

- No es nada fue un placer.

- Vámonos niños. - Habló Soyeon tomando de la mano a un niño, para continuar caminando a la salida seguida de los demás.

- Creo que nosotros también nos retiramos. - Dijo Mina refiriéndose también a los invitados del departamento de dibujo que estaban detrás de ella. Estos lo miraban con una sonrisa tímida.

- Cómo gusten. - Respondió Hoseok mientras le daba un abrazo a Mina.

- Buenas noches y feliz navidad. - Le dijo uno de los jóvenes despidiéndose de mano y un corto abrazó.

- Buenas noches y muchas gracias.

Se retiran siendo acompañados por Hoseok hasta la puerta, dando una vista hacia la entrada de su hogar. Hacía bastante frío y el brusco cambio de temperatura hizo que envolviera su cuerpo en sus brazos haciéndolo entrar casi enseguida a la casa.

- Señora Choi, si vienen más invitados dígales que lo lamenta, pero que la fiesta se suspendió. - Le dijo a la señora que cuando la vio cruzando la puerta que daba a la sala, estaba acomodando unas flores que se encontraban ahí.

- Si señor. - Mientras se dirigía a la salida dejando a Hoseok en la sala.

- Que tengas buena noche. - Se despidió Hoseok volteando a verla.

- Señor Hoseok, hace un momento llegaron estás orquídeas para usted. - Dijo señalándole la cajita que estaba justo sobre la mesita del centro de la sala para luego retirarse.

Estaba a punto de recogerlas pero noto que Yoongi había llegado, caminando sin decir nada hacia la sala Parándose justo delante de Hoseok quien no dijo nada, solo se quedó ahí observándolo. Cada movimiento de su esposo le parecía algo extraño, Yoongi terminó tomando las orquídeas leyendo la nota de estás.

"Quizá el amor callado, el invisible que no pide nada sea el verdadero amor"

- Hoseok, durante quince años me has dado tu amor absoluto, íntegro pero hoy lo necesito más que nunca. - Dijo sin mirarlo, sus ojos seguían en esa pequeña nota en su mano derecha y la caja de orquideas en la izquierda.

- Esa palabra ya no existe entre nosotros. - Hablo hoseok al fin alejándose de él caminando hacia las escaleras Taehyung estaba aún ahí, ni siquiera sabía cómo había olvidado su presencia. Este lo había detenido tomándolo del brazo justo al inicio de las escaleras, no sabía qué hacer pero tenía miedo de lo que pasaría. Pero la sola mirada dolida de Tae le hizo ver qué necesitaban hablar, decirse la verdad por lo menos una vez en su vida.

Orquídeas para mi esposo [Yooseok/Sope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora