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Estaba ansioso, el jueves habia llegado y aunque parecía un dia como cualquier otro para el mundo ese dia lo era todo para Hoseok, hace ya casi 15 años en un dia como este Hoseok y Yoongi se prometieron amor eterno uniéndose en matrimonio.
Ese dia fue el más hermoso que pudo haber vivido en su vida.

Yoongi se convirtió en su mundo desde ese dia y mucho más que eso, de alguna manera no puede evitar sentir culpa de esta soledad aun asi no entiende muy bien el por que, tal vez la razón de la soledad que lo abruma empezo el dia en que se dieron cuenta que todos esos sueños nunca podrian volverse realidad. El dia en que Yoongi con una gran sonrisa después de ya dos años de matrimonio llego a su hogar con un regalo envuelto en una caja de cartón decorado con papel color rosa, eran unos pequeños zapatitos de bebé dicendo que tal vez ya era hora de que su pequeña familia de dos creciera en número.

Tal vez lo supo desde siempre o se dio cuenta en ese instante, en el momento en que el doctor dijo que nunca podrían tener hijos pues Yoongi nunca podria ser padre. Hoseok se quedo en silencio durante un rato sintiendo la mano de su esposo acariciando su espalda en forma de consuelo mientras se repetia una y mil veces en su cabeza que no importaba que podrían seguir siendo felices juntos por el simple hecho de que se amaban pero todo cambió aun si se intentaba convencer desde el fondo de su corazón que no lo haria si lo hizo.

Cuando con una sonrisa le dijo al doctor que no importaba dandole gracias por su tiempo mientras se levantaba dispuesto a salir de ese consultorio, Yoongi lo tomo de la mano todo el caminó a casa sin decir ni una sola palabra, ninguno hablo sobre el tema nunca más y durante un largo tiempo Yoongi no le miro a los ojos. 

Habia preparado la cena el mismo esa noche en un intento de demostrar un esfuerzo en su atención hacía su esposo.

- ¿Apagó la llama del horno señor Jung? - Pregunto la señora Choi que apenas habia terminado de poner la mesa con ayuda de Hoseok, ya eran las 8:00 de la noche y quería todo perfecto para la cena de esa noche.

- No, espera un poco el señor no tarda en llegar ya termino su programa.

- No nos vaya a pasar lo de la otra vez que por tanto esperarse se nos quemo la carne.

- ¿Por que piensas que Yoongi no va a venir?

- Pero si yo no pienso nada.

- Anda ve a bajar la flama y perdóname, estoy un poco nervioso.

- Yo no tengo nada que perdonarle con lo bueno que es con mi hijo y conmigo.

- Anda. - Indicándoleque vaya a hacerlo que anteriormente le dijo.

Hoseok se sento en el sillón de la sala mientras miraba a la nada, queria que los minutos y las horas pasaran rapido queria ver a Yoongi lo más rapido posible. Verlo sonreír y platicar de su dia a dia como antes cuando incluso Min le ayudaba a hacer la cena para ambos o llegaba antes que el y encontraba la mesa puesta con un banquete, un hermoso ramo de lirios adornaba el centro de la mesa.

Min era simplememte el esposo perfecto, amable y atento, nunca se le pasaba nada además le encantaba hacer manualidades y reparaciones para su hogar el mismo aunque la mayoria de las veces no salian muy bien. Como esa vez que insistió en reparar la electricidad el mismo y termino haciendo un corto en toda la casa por colocar al revés los fusibles.

No podia negar que Min lo amaba y por ello nunca le importo no tener hijos, aunque la sola mención de esto siempre generó un silencio incómodo entre ambos.

No le importaba nada si seguía teniendo a Yoongi a su lado jamás se le cruzó por la mente que si se alejarían, no parecía ser impedimento para seguir siento felices hasta que un día cuando llegando a casa miro en donde estaba su cama matrimonial dos camas distintas divididas por una mesita de noche con la excusa de que haci era como dormían las personas de clase alta en la sociedad.

Orquídeas para mi esposo [Yooseok/Sope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora