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Las calles de Seúl estaban cubiertas por nublina, esa nublina gruesa que no deja ver con claridad hacia adelante y te va envolviendo con ella una vez avanzas.

Estuve vagando en círculos durante un rato sin dirigirme precisamente a mi destino, estaba pensando sobre mi vida, la nuestra y la suya. Me cuestione mucho todo lo que hice durante toda mi vida que me hizo llegar hasta donde yo estoy y lo unico que mire fue a Hoseok.

Todas mis deciciones no importa que hiciera desde mi adolecencia hasta este momento, al final del dia siempre regresaba a su lado. Desde que mi ser se dio cuenta de su existencia siempre estuve vagando en círculos alrrededor de el.

Casi cumplimos quince años de casados y aun no me lo puedo creer, como es que alguien tan brillante como Hoseok me aguanto tanto? Sinceramente esperaba que me dejara despues de unos años viviendo conmigo y eso me aterraba muchisimo, por que yo ya no podia ni imaginar una vida sin el. Creo que ese es mi mayor defecto tengo miedo a estar solo y aun asi parece que hago hasta lo imposible por estarlo.

Pero por qué despues de tantos años sigue apareciendo esa mirada sofocante en ti?

Difinitivamente es mi culpa, estoy consciente no te merezco y jamás te merecía, aun asi terminaste quedandote a mi lado. Despues de un rato la luz del sol se ve con claridad a lo lejos del otro lado de los edificios de la cuidad, la nublina que cubria las calles se disipa hasta no dejar rastro y me dirigo al trabajo. Ese dia me levante mas temprano que de costumbre y antes de irme lo observé durante un rato a mi querido esposo, se encontraba aun durmiendo y no me anime a acercarme, aun asi parecia un príncipe mientras dormia siempre iluminado a su alrrededor con su sola presencia. 

Y aun asi por alguna razón podia jurar que ya no era el mismo de antes, habia algo diferente en el.

Sali del auto despues de un rato de haberlo estacionado, di un suspiro y me dirigí a mi oficina ese dia a parte de mi trabajo tenia que hablar con algunos organizadores de fiestas para la fiesta de aniversario que hariamos en la casa, algo que odiaba en realidad, nunca tuvimos un aniversario que se sintiera intimo. Siempre terminaba volviendose un carnaval de admirar para las demás personas de clase alta, desde que nos casamos mis padres habia vuelto nuestro aniversario una gala para la sociedad, mi padre habia muerto ya hace cinco años pero esto ya era algo que haciamos ya por pura costumbre.

Todo estaba como siempre, tanto que parecia una repetición de lo de ayer.
Y tu imagen no parecia desvanecerse de mi mente, aparecía persistente como un tatuaje incrustado en mi piel, sin esperanzas de que te alejaras o te desvanecieras como la niblina de la mañana.

Si una fiesta alegre aun sin importar estar rodeado de gente te hacia feliz, entonces no importaba mucho como fuera. Estaba sentado en mi escritorio, un conocido alfa dueño de las más grandes joyerias de Corea habia llegado hace ya varios minutos poniéndome varias joyas de todo tipo en mi escritorio, desde anillos, brazaletes, relojes y collares con piedras preciosas.

Los dias pasaban volando en el trabajo ultimamente incluso durante el trabajo me es imposible olvidarte, tu esencia viaja a mi alrrededor todo el tiempo todos los dias y me siento cada vez mas feliz al sentirte.

-No no es eso exactamente. - Dije al hombre frente a mi escritorio quien estaba mostrandome un collar de oro, bastante grueso con un rubi colgando en el centro. - Yo les dije que queria algo relacionado con el numero quince, me explico?

-No exactamente... - Con duda, ya hace unos treinta minutos que le habia estado mostrando todo tipo de joyas al señor Min y nada parecia gustarle.

- Bueno me explicare mejor, quiero un regalo para mi esposo por que en tres dias cumplimos quince años de casados. - Dije con calma al señor.

Orquídeas para mi esposo [Yooseok/Sope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora