TaeHyung quiere demostrarle a su mejor amiga que invitar al chico que le gusta a una cita no es tan difícil, por eso decide darle un ejemplo:
"Hey, Jeon JungKook ¿Quieres ir a una cita conmigo?"
Ese fue el día más feliz de la vida de JungKook. El...
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Aún así, esta pareja es muy soft... todo entre ellos será soft.
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— Gracias por el almuerzo señora Jeon.
Hi Soo sonreía complacida ante el agradecimiento de TaeHyung. En estos meses, si bien JungKook se encuentra la mitad del tiempo en casa del peliazul, este también se encuentra en su casa la otra mitad del tiempo, por lo que ha podido conocerlo mejor, y si antes le agradaba, ahora hasta le ha tomado cariño.
— Siempre es un gusto tenerte aquí, cariño.
Las mejillas de TaeHyung se calientan levemente mientras su cuadrada y encantadora sonrisa sale a relucir. Le gusta agradarle a la madre de JungKook, a su padre e incluso que Lia pase mucho tiempo pegada a ellos. En otras circunstancias incluso se hubiera quedado por más tiempo después del almuerzo, pero le es imposible después de la situación en la que se han envuelto JungKook y él antes de la comida. Nunca habían sentido tanta necesidad de repetir uno de esos encuentros con manos escurridizas, pero ahora parecía que ambos huían para poder continuar aquel momento.
Aunque sin saberlo, ambos tenían una nueva idea en mente.
Es por ello que después de despedirse de sus padres y que JungKook prometiera un pronto regreso, los dos caminaban mayormente en silencio.
No era incómodo.
— ¿Quieres pasar?
Quizás si era un poco incómodo.
— A-Ahh... — JungKook vacilaba un poco su respuesta.
¿Estaba haciéndose una idea errónea o TaeHyung también quería lo mismo que él?
Por Dios, que vergonzoso sería preguntar.
— Supongo... — terminaba por decir.
TaeHyung entraba primero dándole la espalda, por lo que no podía darse cuenta de la sonrisa nerviosa en el rostro del mayor. Aunque cuando ambos subían a su habitación, las cosas se tornaban muchísimo más incómodas. Incluso TaeHyung lucía tímido y callado como nunca lo hacía.
JungKook abría la boca para anunciar su retiro, definitivamente se había hecho una idea totalmente equivocada. Quizás TaeHyung hasta se sentía presionado por sus propias palabras que prometían escalar a algo más. Por supuesto que no quería que se sintiera de esa manera.
— ¿Quieres que tengamos sexo?
Pero la pregunta de TaeHyung lo mantenía con la boca abierta aún sin emitir palabra alguna.
El peliazul mantenía sus ojos bien abiertos conectados con los de JungKook. Quizás había sido muy directo. Le gustaba serlo, como cuando lo enfrentó acerca de su extraño comportamiento y sus sentimientos correspondidos. Parecía que siempre tendría que ser él quien tomara el mando.
