TaeHyung quiere demostrarle a su mejor amiga que invitar al chico que le gusta a una cita no es tan difícil, por eso decide darle un ejemplo:
"Hey, Jeon JungKook ¿Quieres ir a una cita conmigo?"
Ese fue el día más feliz de la vida de JungKook. El...
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— Yo solamente quiero al JungKookie que me gusta...
— ¿Q-Qué te...? ¿Qué te gusta?
Después de casi una semana, el menor volvía a mostrarse con su verdadera cara ante TaeHyung, quién solo asentía en respuesta a su pregunta.
— ¿Gustar cómo?
Acercándose unos cuantos pasos más, el peliazul entrelazaba sus manos por detrás del cuello de JungKook, quien sentía su respiración temblar ante la cercanía.
— Gustar así... — TaeHyung decía antes de cortar cualquier tipo de distancia entre ellos.
Por inercia, los ojos de JungKook se cerraban, permitiéndole sentir mucho mejor cada una de las sensaciones de ese beso.
Todo había comenzado con los labios de TaeHyung sobre los suyos. La sorpresa del beso robado lo había dejado casi completamente congelado. Sin embargo, cuando sentía los labios ajenos abriéndose, su cuerpo reaccionaba por si solo, abriendo levemente los propios únicamente para permitirle al mayor capturar su labio inferior.
La forma en que esos suaves labios envolvían el suyo, le causaba una sensación completamente nueva, su corazón se encontraba palpitando nervioso y al mismo tiempo emocionado, mientras que su cuerpo primero lo abordaba con un hormigueo que viajaba desde las puntas de sus extremidades hasta aglomerarse en su boca, donde los perfectos labios de TaeHyung lo besaban con delicadeza.
Así que, cuando el peliazul hacía el amago de separarse, JungKook entonces reaccionaba, sus manos viajaban hasta la espalda ajena, reteniéndole mientras sus labios también se permitían envolver el superior de TaeHyung.
Un movimiento lento que buscaba ser lo menos torpe posible, pero era simplemente inevitable que su falta de experiencia no saliera a relucir. No obstante, lejos de ahuyentar al mayor, JungKook sólo lo sentía inclinar más la cabeza, guiándolo en cada lento movimiento con esos labios de ensueño, pues juraría que eran más suaves de lo que las nubes prometían ser.
En ese momento, el cuarto de conserjería no se sentía como un lugar polvoriento y oscuro, por el contrario, esa burbuja rosada con brillos de colores los envolvía a ambos, acogiéndolos incluso cuando sus labios se separaban lentamente.
A JungKook le tomaba un par de segundos abrir los ojos, sus sentidos estaban nublados, sus manos aún sobre la espalda de TaeHyung, quien también continuaba envolviendo su cuello. Los grandes ojos y las espesas pestañas lo recibían haciendo contacto visual, pero él no podía evitar bajar la mirada a los labios ajenos, encontrándolos brillantes a causa de su intercambio de saliva.
No quería decir nada, sentía que si abría la boca para hablar, la burbuja se reventaría y él despertaría de un posible sueño.
Porque besar los labios de Kim TaeHyung, definitivamente se siente como el mejor y el más dulce de los sueños.