TaeHyung quiere demostrarle a su mejor amiga que invitar al chico que le gusta a una cita no es tan difícil, por eso decide darle un ejemplo:
"Hey, Jeon JungKook ¿Quieres ir a una cita conmigo?"
Ese fue el día más feliz de la vida de JungKook. El...
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Las mejillas de JungKook se encienden en un fuerte sonrojo cuando los labios de TaeHyung forman un precioso pico para después dejar un beso sobre su mejilla.
— Nos vemos al rato — el peliazul dice antes de alejarse.
El menor asiente sin poder decir nada, sólo viendo como TaeHyung se adentra a su salón de clases mientras sus propias mejillas y orejas aún arden por el acto cariñoso.
Desde hace más de una semana que han estado comportándose así de cariñosos y pasando mucho tiempo juntos, todo el que es posible. Aún así, JungKook a veces siente que nunca podrá dejar de sentirse de esa tímida manera cada vez que TaeHyung le da un beso o cuando simplemente lo mira de esa forma tan dulce. Pero, aunque anteriormente era esa característica suya la que lo hacía sentirse algo inseguro, últimamente ha aprendido a no acomplejarse por ella, al menos no con el peliazul, pues sabe que a él le gusta verlo de esa forma.
Quizás hasta podría resultar beneficioso para él.
El segundo timbre informando el final de la hora de descanso era el que regresaba a JungKook con los pies en el piso, no en las nubes, obligándose a sí mismo a despegar sus ojos de los de TaeHyung, comenzaba a caminar hacia su propio salón. Ya no era una sorpresa para él recibir varias miradas, no después de que por los pasillos del Instituto comenzara a correr el rumor de su noviazgo con el mayor. Aunque ellos en realidad no son novios.
No todavía.
Ignorando la mirada matadora de Jung HoSeok, el pelinegro se adentraba a su propio salón. Tampoco era una sorpresa para él que aquel chico lo mirara de forma tan repulsiva. Ha llegado a la conclusión de que es porque él y TaeHyung estuvieron juntos en algún momento. Quizás es porque aquel chico sigue sintiendo algo por el peliazul, él en realidad no sabe exactamente lo que es, pero no le interesa en absoluto la existencia de ese chico ni si aún está interesado en TaeHyung.
Ahora se siente muy seguro de tener el cariño de TaeHyung.
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Pasadas las horas, cuando la hora que marca el fin de la jornada escolar llega, TaeHyung deja el salón de clases y se dirige a su casillero acompañado de YoonGi y NaYeon, los tres caminan distraídos con sus propios pensamientos y el cansancio de la semana haciéndose notar.
