TaeHyung quiere demostrarle a su mejor amiga que invitar al chico que le gusta a una cita no es tan difícil, por eso decide darle un ejemplo:
"Hey, Jeon JungKook ¿Quieres ir a una cita conmigo?"
Ese fue el día más feliz de la vida de JungKook. El...
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TaeHyung había estado increíblemente furioso, su rostro dulce se apretaba remarcando su mandíbula y sus masculinos rasgos faciales. El dolor en su pómulo ya ni siquiera tenía el protagonismo, pues JungKook se encontraba babeando ante ese chico mayor.
Aunque ahora, pasados unos días, TaeHyung se había sentido algo culpable de aquella marca en el bonito rostro ajeno. Pero para beneficio de JungKook, su pómulo había sido besado más veces de las que podría contar, aunque ni siquiera los contaba, sólo disfrutaba de esos suaves labios sobre su piel.
— Es un estúpido — TaeHyung decía despegando sus labios de la aperlada piel. — ¿Debería golpearlo?
— No — el menor respondía soltando una risa. — No me importa nada de lo que dijo, sé que no es cierto, solo me preocuparía si tratara de golpearte a ti.
— Oh, sí hiciera eso yo lo golpearía antes — el peliazul declaraba alzando su mano hecha puño.
— Estoy seguro que sí — volvía a reír.
TaeHyung asentía y entonces dejaba otro beso sobre la marca.
Ya ni siquiera le dolía, JungKook sabía que TaeHyung era consciente de ello, así que el simple acto hacía latir su corazón mucho más de lo que debería, eran solo ellos dos en la habitación del mayor, otro fin de semana pasando el día juntos. En verdad pueden hacer de todo, incluso tarea, el objetivo es estar juntos, aún si se ven un corto tiempo en la escuela. JungKook no quiere pensar en el tiempo que le costará acostumbrarse a estar sin él todos los días. Sus papás le llaman la época de miel, dicen que es la etapa cúspide de amor, mejor dicho, cuando los novios son inseparables y melosos. Aunque él prefiere decir que son acaramelados. Lo son si se trata de muestras de cariño y palabras bonitas.
Pero no son novios.
Usualmente su mente no divaga mientras TaeHyung le da cariño. Así lo llama cuando el mayor se abraza a él, acaricia su rostro, lo besa y simplemente lo mima. Es algo bonito. No sabe si es por sus jóvenes edades pero todo lo que hacen le parece sumamente dulce. No le molesta, todo lo contrario. Aunque ahora algo es distinto, TaeHyung está sobre sus piernas, es algo que sabe que ha hecho para darle gusto debido a su petición pasada, aunque definitivamente no tendrán sexo en este momento, ahora están en otro canal. Sin embargo, su mente comienza a perderse en los bonitos ojos del peliazul, piensa que de todo su rostro, probablemente esa sea su parte favorita. Probablemente, pues no puede dejar atrás a los labios corazón y los lunares que adornan su rostro tan fino pero tan masculino. Es simplemente bello.
Las yemas de los dedos de TaeHyung se deslizan por sus mejillas, cerraría los ojos si no se encontrara embelesado con las facciones ajenas, pero se ve algo interrumpido cuando su nariz roza con la contraria.
— Te quiero — TaeHyung susurra.
La voz dulce y baja hace que todo el cuerpo de JungKook se erice, incluso siente una corriente eléctrica recorrer toda su columna. Se había dicho a sí mismo que esperaría el momento perfecto, pero no había nada más perfecto que estar así con TaeHyung.