TaeHyung quiere demostrarle a su mejor amiga que invitar al chico que le gusta a una cita no es tan difícil, por eso decide darle un ejemplo:
"Hey, Jeon JungKook ¿Quieres ir a una cita conmigo?"
Ese fue el día más feliz de la vida de JungKook. El...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muchas cosas habían pasado las últimas semanas.
NaYeon descubrió que su admirador secreto en realidad era una chica, y si bien al inicio se sintió bastante impactada, después de esa primera cita todo fluyó tan naturalmente como nunca había imaginado. No importaba su personalidad, la ropa que usara, lo que el resto de las personas opinaran sobre ella, a JeongYeon no le importaba. El romance entre ellas se estaba dando con mucha facilidad, tanto que la castaña se cuestionaba si realmente alguno de los chicos por los que antes babeaba, le habían gustado realmente.
Es decir ¿Realmente le gustan los chicos? O quizás es lo que la heteronormatividad la había hecho pensar desde pequeña.
De todas formas, estaba muy feliz porque aunque JeongYeon y ella irán a distintas universidades, el primer paso se ha dado, ahora solo seguirán avanzando hasta concretar su relación. Aún si para ambas será algo difícil por la presión del inicio de una vida universitaria.
— ¿Debería invitarla yo? — NaYeon susurraba para sí misma.
La graduación se acercaba y con ello, un pequeño baile escolar estilo americano que la Sociedad de Alumnos ha organizado para ellos. NaYeon había estado pensando que JeongYeon la invitaría en cualquier momento, pero conforme los días transcurrieron, la pelimenta parecía pensar en todo menos en el baile de graduación. Así que la castaña estaba considerando hacerlo ella misma.
— Sí debería — concluía percatándose de que su salón de clases de pronto estaba vacío.
Sus propios pensamientos la tenían tan distraída que nunca notó cuando el timbre sonó anunciando el término de la clase y el inicio de la hora del descanso. Pero resultaba mucho mejor, pues en la soledad y silencio de ese lugar, NaYeon podía sacar una de sus hojas blancas, recortarla a la medida y después, con ayuda de sus plumones brillantes, escribir una nota para JeongYeon invitándola al baile.
Una nota parecía ser la mejor manera de pedírselo, pues así mismo había iniciado todo entre ellas.
Así que, al cabo de unos minutos, NaYeon dejaba su salón de clases, la nota en su mano estaba perfectamente sellada en un sobre decorado. Como de costumbre caminaba tarareando una de sus canciones preferidas en el silencio de los pasillos del Instituto, pues los estudiantes estaban desesperados por comer algo en la cafetería.
O eso pensaba ella, pues unas conocidas risas la hacían desviarse de su camino sólo para que la nota en sus manos casi cayera al piso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
