°•• Día 18 ••°

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Desperté al sentir los rayos de Sol sobre mi rostro. La ventana de la habitación iluminaba todo el espacio indicando el inicio del día. Desvié mi mirada de la ventana para poder ver las preciosas facciones de Jimin mientras descansaba y me atreví a besar su mejilla.

Con cuidado de no despertar al menor, me levanté de la cama y tomé mi libreta para poder hacer algunos dibujos. Jimin tan solo estaba dormido, pero ante mis ojos, él iluminaba mi vida mucho más de lo que el Sol sería capaz de hacer.

Su alarma comenzó a sonar y con apariencia cansada, él la silenció. El menor me miró confundido y le sonreí como respuesta, él sin decir nada me devolvió la sonrisa.

Una de las tantas cosas que amaba sobre nosotros era el hecho de que nos sobraban las palabras. Yo nunca fui una persona a la que se le facilitara expresarse, no tenía la capacidad de poder decir en alto que amo a una persona, así que no tenía más remedio que hacerlo a través de los gestos. Jimin era el único que entendía eso y por eso sabía que él era la persona indicada.

Me acerqué a la cama para acostarme de nuevo y lo abracé refugiándolo en mi pecho. Era jueves, pero ahora mismo daría lo que fuera para poder quedarme en la cama con él por el resto del día. Daría lo que fuera para que pudiéramos pasar el día viendo películas, hablando y tratando de expresarle lo mucho que lo amo sin la necesidad de palabras. Pero nada de lo que yo tenía era suficiente para que eso pasara. Así que sin poder cambiar el tiempo, ambos nos levantamos para ir a clases.

Sentía que por primera vez la vida me sonreía. Desde que conocí a Jimin mi mundo se llenó de vida y color, y es que ese pequeño realmente tenía el poder de hipnotizar mi corazón y hacer que en mi mente tan solo sonara la melodía del presente. Un presente en el que él y yo estamos juntos. Un presente en el que yo era feliz.

No tenía ganas de hablar así que no lo hice, y al llegar a clases me despedí del menor. Tenía la intención de darle un abrazo pero por primera vez el tomó la iniciativa y me besó frente a todo el colegio. Sonreí sintiéndome el hombre más afortunado del mundo y reí con ternura mientras veía como él se marchaba corriendo.

A lo largo de la mañana se acercó un chico para hablar sobre lo que Jimin me comentó. Quería que le escribiera canciones y la verdad pagaba bastante bien así que acepté. Al menos una cosa en la vida se me daba medianamente bien. Sentía demasiadas emociones por todo lo que Jimin provocaba en mí así que sería fácil escribir.

Al terminar la mañana, el menor y yo fuimos a pasar la tarde a la playa.

— Me di cuenta de algo hyung

Nos sentamos en la orilla y lo miré con curiosidad. Era la primera vez que hablábamos en todo el día. Esperé a que siguiera mientras miraba las olas.

— Yo soy la playa y vos sos el bosque... Somos todo lo contrario

— Dicen que las personas opuestas se atraen

Me miró y yo tan solo le sonreí de forma sincera. En ese momento estaba demasiado embobado con todas sus facciones.

— ¿Crees que eso de verdad es cierto? Sé que yo te quiero... ¿Pero... y si somos demasiado diferentes?

— Entonces cambiaré, dejaré el bosque y me mudaré a la playa para estar juntos

— Nunca debes cambiar por otra persona hyung

— Vos no sos una persona cualquiera

— Vos tampoco lo sos, por eso debemos prometer que nunca vamos a cambiar

Lo miré sin entender lo que quería decir. Jimin en ocasiones era tan profundo que sus mensajes me confundían.

— Hyung... Las personas cambian, no importa si es por culpa de otros o no. Hay personas que antes eran bosque y de repente son playa, cielo o fuego... Prométeme que vos siempre serás bosque

— Si siempre soy un bosque no podré crecer como persona... Cambiar forma parte de nosotros pequeño

— No es lo mismo... Sí eso pasa vos seguirás siendo un bosque, solo que serás más bonito

Traté de pensar en lo que decía aunque no lograba entenderlo. Iba a preguntarle hasta que el menor me interrumpió y se levantó.

— Hyung es hora de volver a casa, ¿me acompañas?

Asentí y me levanté para tomar su manita y caminar con él. Amaba cada aspecto físico y mental de mi pequeño aunque es cierto que a veces me sentía un poco estúpido por no entenderlo.

Luego de unos minutos en autobús llegamos a su casa. Me despedí de él y caminé hacia el departamento de mi padre, ya era su hora de salir así que no estaba y fui a mi habitación.

Me acosté en la cama y pensé en Jimin. Con él en mi memoria, traté de escribir alguna canción para el chico que me comentó.

Jimin me provocaba demasiadas sensaciones y logré escribir una canción rápido. Espero que a ese chico le guste, aunque de todas formas no me importaba, ni si quiera recordaba su nombre.

Titulé a la canción Moonlight y me acomodé para dormir. Me sentía demasiado feliz de poder estar mejorando mi vida y esa noche, de nuevo, volví a descansar bien, aunque esta vez logré hacerlo solo sin la presencia de mi Jimin.

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https://youtu.be/iWII7r4eWPs

𝙔𝙤𝙪𝙧 𝙇𝙞𝙚 - 𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora