¿Cómo comienzan las historias?

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¿Cómo comienzan las historias? ¿Por qué en ese momento?

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¿Cómo comienzan las historias? ¿Por qué en ese momento?

Esas eran las preguntas que se hacía cuando escuchaba a su padre leerle un cuento. Adoraba las historias, no podía evitar preguntarse ¿Por qué esa historia comenzaba en ese preciso momento? ¿Qué había ocurrido antes? Ella siempre quería saber, por qué una persona era de esa manera, qué había vivido para ser así, para tomar esas decisiones. Su madre siempre dijo que era demasiado curiosa. ¿Era posible eso? A veces incluso se imaginaba en esa situación. ¿Qué hubiera elegido ella? ¿Habría tomado la misma decisión? No le veía nada de malo a preguntar demasiado, quería saberlo todo, tener toda la información posible, porque solo entonces sabría que era lo mejor. Quizá ahora, se daba cuenta de todo lo que se exigía. Siempre quería dar más, quería ser la mejor por su familia, por sus amigos... tanto así que olvidó lo que ella deseaba...

Al final, esas historias simplemente eran algo ajeno a ella, eran solo cuentos para hacerla dormir. No entendía por qué justo en ese momento se acordaba de ello. Quizás porque ahora que veía el final de una historia dramática, quizás porque ahora se imaginaba en qué momento comenzaba su historia.

¿Sería cuando tenía 5 años? No, en ese momento tan solo era una niña que comenzaba a descubrir cómo era el mundo y cuál era su quirk. Solo quería saber cuál era su lugar en el mundo, quería ser el orgullo de alguien... Recordaba a sus padres discutir, podía escucharlos perfectamente, incluso verlos, siempre escondida en la escalera. Ya no había amor en sus miradas y cualquier cosa era motivo de una discusión. Verlos así la hizo sentir tan triste que una nube oscura se formó sobre su cabeza, para después llover, mojándola a ella y a su alrededor, pero a la vez, escondiendo su tristeza.

Unas gotas de lluvia cayeron sobre su rostro, el cielo estaba nublado y oscuro, como si recordar ese evento en su infancia hubiera cambiado el tiempo. No, el tiempo estaba así desde el principio... Su cuerpo se sentía pesado por el cansancio, ni siquiera sentía dolor a pesar del charco de sangre que se formaba a su alrededor. Igual que en ese entonces, la lluvia estaba escondiendo las lágrimas. Se arrepentía profundamente de cada decisión estúpida. Debió aprovechar el tiempo con las personas que amaba, no supo valorar lo que tenía y ahora... Ahora no podía hacer nada. Sólo lamentarse internamente.

-¡Hana! -gritó una voz masculina. Ella cerró los ojos no quería verlo, ni mucho menos quería que la viese así.

¿Qué fue lo que dijo su padre? No conseguía recordar aquellas palabras que le dijo una vez, su mente se sentía nublada. Su padre siempre estuvo a su lado, incluso cuando su madre se fue y los dejó solos. No se derrumbó, no mostró tristeza, ni enojo, pero sus ojos jamás brillaron como en su niñez...

¿Cómo sería su historia si su padre se la relatase?

-¡Hana!

Él seguía buscándola, a pesar de todo lo que le había ocasionado. Había sido molesta, insoportable y egoísta, pero él seguía llamándola, con esa desesperación...  No era justo ¿No estaría mejor sin mí? pensó Hana. Ya había conseguido rehacer su vida una vez, así que podría hacerlo de nuevo.

-Hana... Despierta...

Podía sentirlo a su lado, pero no tenía fuerzas para cumplir con lo que él le pedía. Sentía sus brazos rodearla dándole una sensación agradable y cálida. Podía sentir su amor y cariño, su tristeza y desesperación, todo en un abrazo. Sintió que la cargaba en brazos como si fuera un peso muerto.

Ahora recordaba las palabras de su padre: "A veces las mejores historias comienzan cuando se toman grandes decisiones". En ese caso, su más grande decisión fue cuando decidió ser una heroína. Ella y su hermano habían decidido ir a la U.A., incluso hicieron su examen de ingreso. Su hermano y ella eran inseparables. Si ella hubiera decidido ir al fin del mundo, él la hubiera seguido... No tenía nada que ver el hecho de que fuesen mellizos... Pero no, ella decidió ser un héroe, a pesar de que ni siquiera controlaba su habilidad.

Jamás imaginó lo que suponía ir a la U.A. Sin duda, era el comienzo de su historia. Allí conoció a personas increíbles, se enamoró y sufrió la más grande de las pérdidas...

-Hana ... por favor, no me dejes de nuevo... -él no era de los que suplicaba.

Sintió la última lágrima caer de sus ojos, había tantas cosas que quería decirle, había tantas cosas por las que quería disculparse. Lo sentía, lo lamentaba tanto...

Reunió la poca fuerza que le quedaba para murmurar unas palabras, las últimas pero las más importantes. Las había guardado en su corazón durante tanto tiempo, esperando que simplemente desapareciese. Pero nada salió como esperaba. Ahora se daba cuenta de su error y deseo volver atrás para cambiar las cosas, aunque eso era imposible.

-Te amo... Shota...

Hana fue engullida por la oscuridad, su cuerpo y su mente quedaron inertes. El cielo dejó de llover mientras las nubes se disipaban. Aizawa apretó junto a su pecho aquel cuerpo frío. Nunca llegaba a tiempo.

¿De qué servía ser un héroe si siempre la perdía?

Antes de la Tormenta  (Shota Aizawa x oc) *Libro 1 de la saga Tormenta*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora