Hana era buena estudiante. Sé esforzaba, aunque nadie le dijese nada. Siempre trabajaba duro y aunque no sacaba las mejores notas, al menos aprobaba. Cuando el profesor repartió los exámenes no pudo evitar mirar aquel número. Un 6 no era tan malo... pero con todo lo que había estudiado se sentía casi injusto.
Ella miró a su alrededor. Al primero que vio fue a su hermano, estaba sentado justo a su lado así que solo tenía que mover la cabeza para ver su nota. Él había sacado un 5... pero sonreía como si fuera un 8. Giró su rostro hacía el otro lado y vio la nota de su otro acompañante. Aizawa había saco un 9. Sin duda era mejor estudiante que ella, no sabía cómo lo hacía pero siempre sacaba unas notas increíbles. Quizá debía pedirle ayuda, pero su orgullo no la dejaba.
Cuando las clases terminaron, su hermano agarró a Aizawa y a Yamada y los arrastró fuera, solo Nemuri parecía esperarla. Hana la miró con mil preguntas, pero su amiga solo alzó los hombros tampoco entendía que les pasaba. En realidad su hermano estaba un poco sospechoso, actuaba más raro de lo normal pero no podía averiguar por qué.
Al día siguiente, Hana despertó como si fuera un día normal, pero sabía que no lo era. ¿Acaso por eso su hermano estaba raro? ¿Qué desastre le tendría preparado para el día de su cumpleaños? De momento todo estaba demasiado silencioso.
Hana se levantó y se preparó para ir a clase,
al bajar a la cocina, su padre la miró con una sonrisa.-Felicidades pequeña.
-Gracias papa. -Hana sonrió. Estaba a punto de preguntar por su hermano cuando escuchó un fuerte ruido de la planta de arriba y unos pasos correr.
-¡Me dormí! -gritó
Hana negó divertida.
-¡Yo me voy sin ti! -gritó Hana
-¡No!
Hana sonría con maldad mientras abría la puerta y salía. Ese día el sol brillaba en el cielo, algo normal en la estación en la que estaban pero también por qué Hana se sentía feliz. No solo era viernes, era un día especial. Hoy era el cumpleaños de los hermanos Shirakumo.
Ella no esperaba gran cosa, nadie sabía que era su cumpleaños así que imaginó que podía ocurrir. Lo más probable es que cuando se enterasen de que era el cumpleaños de ambos hermanos toda la clase los felicitase. Era lo normal.
Oboro consiguió alcanzarla montado en una nube, él estiró su mano hacía ella. Invitándola a subir. Ella no dudo en agarrar su mano y subir en la nube, era mejor eso que ir caminando, pero tuvo que agarrarse a la ropa de su hermano.
-¡Felicidades gruñona! -gritó Oboro mientras viajaban tan rápido que ni siquiera podía abrir sus ojos.
Cuando llegaron a la academia Hana suspiró de alivio. En realidad fue culpa suya por confiar que su hermano haré las cosas bien.
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Antes de la Tormenta (Shota Aizawa x oc) *Libro 1 de la saga Tormenta*
FanfictionCuando todo parece perdido. Cuando todo llega a su fin. ¿No es normal pensar en todo lo que has vivido? Hana no puede evitar recordar todas las historias y aventuras de su vida. Algunas mejores que otras. Es irónico como al echar un vistazo atrá...