Cuando todo parece perdido.
Cuando todo llega a su fin.
¿No es normal pensar en todo lo que has vivido?
Hana no puede evitar recordar todas las historias y aventuras de su vida. Algunas mejores que otras.
Es irónico como al echar un vistazo atrá...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hana tenía una nube blanca sobre su cabeza mientras daba vueltas por la habitación. Su pelo se veía esponjoso, como si la nube que tuviese en su cabeza fuese una parte más de su cabello. Su hermano estaba tumbado en la cama comiendo de una bolsa de palomitas mientras la miraba con una expresión de diversión.
-Es sólo un festival. -dijo rodando los ojos.
-No es solo un festival y lo sabes. ¿No estás nervioso? ¿ni siquiera un poco? Nos verán miles. No. Millones de personas...
Oboro se encogió de hombros. es cierto que el festival deportivo de la UA, era todo un evento nacional. Se llenaba de muchos héroes incluso se retransmitía por televisión. Pero a la hora de la verdad no era muy distinto de otros festivales deportivos. La UA era especial simplemente porque de ella habían salido todos los héroes que hoy en día se consideraban los 10 primeros, incluso el famoso All Might estuvo allí. Él estaba deseando vivir aquella experiencia, poder usar sus habilidades y divertirse, pero en ningún momento pensó en ganar. Hana estaba nerviosa. Sentir toda la atención la confundía, no estaba acostumbrada y temía cometer errores...
Era competitiva, eso no podía negarlo, pero era precisamente ese aspecto de su personalidad el que le daba miedo mostrar al mundo. No era lo mismo competir con su hermano y perder, enojarse, molestarse y lanzarle malas miradas, que era lo que solía hacer para sacar su molestia de su interior, y otra cosa muy distinta era reaccionar de esa manera ante millones de personas. Oboro estaba tan acostumbrado a su enojo y simplemente la ignoraba sabiendo que con el tiempo se le pasaría.
No sabía cómo eran los otros rivales ¿y si perdía? ¿Y sí cometía demasiados errores? Hana se llevo las manos a su rostro avergonzada. Tendría que controlarse mucho más.
-Creo que va a ser una experiencia muy divertida. Puedes ver esto como una manera de ponerte a prueba y no como una competición. Es un festival, el primero al que asistimos, tienes que disfrutarlo.
Hana se destapó el rostro y miró a su hermano. Envidiaba mucho la actitud que tenía ante los problemas. Era un reflejo de confianza, tranquilidad y optimismo que deseaba tener siempre a su lado.
Ella suspiró. Oboro se incorporó hasta quedar sentado.
- Diviértete. Es nuestro primer año, podemos darnos el lujo de ir más tranquilos, el año que viene ya podrás ponerte intensa. Te preocupas demasiado, siempre lo has hecho.
Ella suspiró para aliviar la tensión. Si ella no se preocupaba ¿quién lo haría si él siempre era tan despreocupado? Pero tenía razón. No servía de nada agobiarse en ese momento.
(...)
Podía escuchar a la gente hablar entre sí, podía sentir el olor de la comida, de aquellos puestos que había fuera del edificio. La boca se le hacía agua con ese olor. Podía ver como todo se preparaba para el evento. Las gradas estaban llenas, la pista despejada. Solo faltaban minutos para salir a la arena donde dirían cuáles serían las pruebas. Hana llevaba su uniforme de gimnasia y miró a su alrededor con curiosidad.
