Si quería superar a Nemuri debía entrenar. En la academia había varios gimnasios pequeños preparados para que los alumnos pudieran entrenar cuando quisieran. Habían pasado varios días y su hermano había conseguido hacer nuevas amistades. Oboro se juntaba con dos chicos con los que se llevaba bastante bien. No le preocupaba dejar sola a su hermana, no solo porque ella era solitaria y a veces disfrutaba de esos momentos, sino porque tenía a Nemuri. Aquella chica había aprendido con los días que Hana simplemente era borde. Una vez que ignoraba sus contestaciones era agradable estar con ella y le había pillado el gusto de estar junto a ella. Aunque no parecía ser un sentimiento mutuo.
Hana decidió ir al gimnasio huyendo de Nemuri, no estaba acostumbrada a socializar durante tanto tiempo; además le venía bien entrenar. Sin embargo, cuando llegó se dio cuenta que no estaba sola, aquel chico que se quedó parado en la puerta del aula estaba allí. Había agarrado unas vendas un poco extrañas y las estaba examinando. En cuanto la escuchó se giró para mirarla, no hubo un cambio en su expresión. Ella lo saludo moviendo su cabeza y el asintió devolviendo el gesto. Era un momento incómodo, no se conocían, no había confianza entre ellos ni siquiera sabían sus nombres, bueno Aizawa si lo sabía. Su hermano se estaba volviendo alguien cercano a él, pero después de ese momento incómodo en la puerta de clase ninguno sabía cómo tratarse.
Ella movía la lanza con agilidad y soltura golpeando al muñeco desde distintos puntos. Aizawa no podía apartar la mirada, ella era realmente buena. En los días que habían estado dando clase todavía no la había visto utilizar sus habilidades. ¿Qué podía hacer ella realmente? Si fuese algún tipo de mutación ya la habría visto y si fuese una habilidad física también. Así que solo quedaban dos opciones: o ella tenía una habilidad mental, o no tenía necesidad de utilizar sus habilidades aún...
Él no se dio cuenta de que se había quedado perdido en sus pensamientos mientras la miraba. Hana lo miró y arrugó su rostro. Un gesto que no pasó desapercibido para él, quizás la había mirado demasiado y aquello la había molestado. Él simplemente agarró las vendas y se alejó, por mucho que su hermano dijese que ella era una chica agradable no podía imaginarla sonriendo o contando un chiste. Ella era una chica con un carácter fuerte, una mirada suya era lo único que necesitaba para incomodarte.
Hana observó cómo Aizawa se iba del gimnasio sin despedirse. Aquel chico era realmente extraño y raro, no hablaba mucho así que la mayor parte del tiempo debía de interpretar sus gestos. En cuanto él se fue, Nemuri entró al gimnasio con una sonrisa.
-Por fin te encuentro Hana, es la hora del almuerzo. -avisó Nemuri
Hana guardó la lanza en su lugar y siguió a su compañera. Por el camino, Nemuri le contó algunas cosas que había ocurrido en clase de las que ni se había enterado.
-Dicen que dentro de 4 días harán unos duelos entre los estudiantes. Algo así como un torneo entre nosotros. ¿No es emocionante?
-¿Qué? ¿Cuando dijeron eso?
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Antes de la Tormenta (Shota Aizawa x oc) *Libro 1 de la saga Tormenta*
FanfictionCuando todo parece perdido. Cuando todo llega a su fin. ¿No es normal pensar en todo lo que has vivido? Hana no puede evitar recordar todas las historias y aventuras de su vida. Algunas mejores que otras. Es irónico como al echar un vistazo atrá...