*39* "ÁNGEL"

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Los policías dispararon varias veces al aire, advirtiendo de esa manera a Charly para que se detuviera.

- Carlos Cruz, si en este momento no baja el arma nos veremos obligados a disparar.

Yeimy caminó hacia él, se agachó a su altura y con delicadeza le fue quitando la pistola.

Manín ya se encontraba inconsciente, ya no representaba ningún peligro, tomó la pistola y la lanzó lejos.

- Vení... - le dijo con cariño.

Agarrados de la mano, se pusieron en pie, y enseguida Yeimy se aferró a él. Sus corazones latían en sintonía, mientras Charly ya casi llorando se metió en el hueco de su cuello.

- ¿Estás bien? - dijo Yeimy tiernamente, mientras acariciaba su cabello.

Asintió.

- Te amo, mi amor. - le dijo Charly y posó un tierno beso en sus labios.

Al segundo Yeimy se apartó, llevándose las manos al vientre.

- Ay... - se quejó Yeimy. - Ay, ay...

- ¿Qué pasó? - preguntó Charly.

Bajó la mirada, y al verse mojada, supo que ya venía.

- Rompí fuente, ay... - volvió a quejarse. Inhaló y exhaló muchas veces.

- Tranquila, tranquila, amor. - besó su frente.

- Muchachos subanla al carro. - ordenó un policía.

Charly intentó ayudarla, pero uno de los tombos se lo impidió.

- Usted queda detenido desde este momento.

Inmediatamente lo agarraron y esposaron.

- ¿Qué? Mi hijo está a punto de nacer, pirobo. Déjame en paz. - intenté zafarse.

- No te preocupes mi amor, yo acompaño a Yeimy, ¿está bien? - dijo Ligia.

Se subieron en un de los carros, y rápidamente fueron rumbo a la clínica. Mientras los otros policías seguían revisando la zona.

- Carlos Cruz, ahora mismo será traslado a la estación de policía. Y por supuesto que alias Lucio correrá con la misma suerte.

Ya esposado, lo metió en el carro.

- ¿Y Manín qué? - gritó.

- Su tío será trasladado al hospital, su pulso es muy débil. Si muere inmediatamente será puesto a disposición judicial.

- ¡Maldita sea! - trató de quitarse las esposas.

A los lejos vió como traían a Lucio, también esposado. Lo subieron al mismo carro.

- Caribonito esto no se va a quedar así. - dijo adolorido por el golpe que anteriormente Charly le había dado.

- Cállate la jeta, maricón.

Mientras se maldecía mil veces por perderse un momento tan especial con Yeimy, el carro arrancó y se fueron.

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- Mija, tranquila, ¿si? - le dijo Ligia, secando su sudor.

Respiró hondo.

- Me duele mucho, uff... - inspiró y exhaló.

- Yo sé, pero intenta estar tranquila, todo va a salir bien.

- No... - sollozó. - No puedo, me duele...

- Seguramente estés dilatando, por eso se rompió la bolsa. Respira profundo, mija.

Empezó a llorar, era mucho más doloroso que con Erik. Ligia la agarró de la mano, transmitiéndole fuerza.

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