Ciudad sin sueño.
Trazan esquelas sobre estelas añorando un cielo,
Observo cuerpos presentes sobre mentes fugaces;
Rutinaria la parábola adquieren metáforas sobre pies descalzos,
Encadenados a la cárcel del salario corren tras la potestad del silencio.
Libres creen vagando sobre hierros que componen esta jaula,
Doblando sueños haciendo hueco en el baúl;
Como el traje de año nuevo,
Como el viaje que nunca hicimos.
Circundante la emoción que palpa el esófago,
Al trago amargo de la somnolencia;
Peregrino del viaje hibernal del amor,
Talante ante miradas del fugaz atroz eco del baile.
Anhelo arrestar a la tempestad del mundo entrelazando sueños.
Conquistar Hispania desembarcando en Ampurias;
Ser Ícaro y sobrevolar este cielo cristal techo sostenido por alas de cera,
Y caer sobre el imperioso mar tras golpear el alma contra el impugnable sol.
Aunque en el ser recóndito hallo el castigo de Sísifo.
Quise sentirte como Rómulo y Remo batallando por levantar escombros y apellidarlos Roma,
Aunque no concebía el concepto del conflicto y la muerte latente entre el pacto.
Éramos más Medusa y Perseo con el pavor a lomos de la batalla.
Y quizás Levinas no llegó a tiempo para ser remitente de la Otredad;
Y entenderte;
O entendernos.
Tendernos la piel al sol y secar el sollozo de la herida que más supura.
Encadenados al vis a vis del silencio rumio tu despedida;
Yo tan Marco Polo para tan Titanic,
Mi pañuelo blanco no era digno desde esta patera a tu oleaje.
Del suelo al cosmos tan fugaz como Zeus hizo que este hambriento de espacio Atlas sujetase el mundo a hombros.
Estoy cansado;
De correr tras el recuerdo y no alcanzar la personificación del mismo.
Eras Eco.
La oréade de mi Pico de Europa;
Pero no supe estar a la altura de tu cima,
Y acabé siendo la atracción de Zeus por esa misma Ninfa.
Limitada a lo visual no a la introspección.
Y ahora somos mito.
Pasado.
BINABASA MO ANG
Náufrago del ademán.
PoetryTe recito a ti. Cada verso nace del subsidio de lírica necesario para alimentar al alma. Es el nido del pájaro cuyo pavor es el vuelo, el caudal de cada lágrima que desviste al rostro, el amarillo de Van Gogh o el azul de Vermeer. Ademán es el espej...