uise ahuyentarte del andén perteneciente a este armario custodiado por cada monstruo de mis pesadillas.
Seducirte en mitad de esta escaramuza y ondear bandera blanca a tu caballo de Troya;
Escuchar el susurro del golpeo a la puerta de esta historia,
Y abrirnos el corazón en la operación de sentirnos a través de la fibra de la madera.
Y quizás columpiarme por tus péndulos me hizo rozar el vértigo.
O tal vez naufragar el balcón de tu sonrisa me empujase al vacío;
Considerando que tan solo éramos niños escapando del tiempo,
Y ser presos de envejecer nos distanció tanto como a nuestra niñez.
Me hallo hurgando el desfile en la pasarela del olvido;
Del ruin recuerdo y la efímera mortalidad.
Sobre mi esquela dejen secuelas del calibre de la raíz de este hyperión.
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Náufrago del ademán.
PoesíaTe recito a ti. Cada verso nace del subsidio de lírica necesario para alimentar al alma. Es el nido del pájaro cuyo pavor es el vuelo, el caudal de cada lágrima que desviste al rostro, el amarillo de Van Gogh o el azul de Vermeer. Ademán es el espej...