✨️Luz de día✨️bajifuyu

Capítulo 1. Arcade

Capítulo 1. Arcade.

El lugar se encontraba en silencio, uno muy incómodo. Tanto la reina Ryoko como los padres de Kazutora se notaban serios pero decididos y sus hijos de igual manera.

A Kazutora todo eso de casarse con su mejor amigo realmente le daba igual y a Baji podría decirse que también, prefería eso a casarse con un absoluto desconocido. No era algo que alguno de los dos quisiera, pero no dirían nada por miedo a las reacciones de sus padres.

Los dos, a sus 24 años, pensaban que sus padres se habían tardado en juntarlos para eso, pero bueno, finalmente estaban ahí.

—Entonces, es un trato—confirmo el padre de Kazutora con una media sonrisa.

—Eso parece.

Confirma la reina con una mueca en sus labios. La madre de Kazutora no dice nada, no tiene por qué hacerlo al ser una omega.

Así es como se maneja el reino de Manji; alfas y betas pueden opinar, hacer los trabajos pesados, hablar de lo que quieran y hacer lo que quieran. Muy al contrario de las omgas (ya sean hombres o mujeres), los cuales, no tienen derecho a opinar si de algún tema político se trata o de cualquier otra cosa que tenga que ver con el reino.

Kazutora se encontraba lamentablemente en el mismo canal de su madre. Un omega sin voz ni voto, un omega que, aunque amaba a su mejor amigo, no era de forma romántica y no quería casarse con él, sabía que Baji tampoco lo quería, pero esta vez, aunque fuera un alfa, tampoco podía opinar.

—Bueno, esperaremos otra junta para ver los preparativos y eso, mi querida reina.

La familia de Hanemiya se pone de pie y él los imita. Hacen una reverencia y se despide del príncipe con la mano y Keisuke hace lo mismo.

Una vez que los tres ya no se encuentran a la vista, su madre suelta un suspiro y mira a su hijo.

—Pudiste haber dicho algo, ¿lo sabes, no?

La mira con indiferencia y vuelve su vista a sus pies, de pronto le parecieron muy interesantes.

—Sí.

—Pero no lo hiciste.

—No. Tú eres la reina y alfa aquí.

—Tú serás el rey y alfa pronto. Debes comenzar a meterte en conversaciones Keisuke, ser rey implica de muchas tareas, no tienes un descanso. Hay que ver por el bien de tu pueblo, de los plebeyos y de los nobles, no sólo es sentarse en una silla y decir qué hacer.

—Así es como me parece a mí.

Ryoko suelta un respiro.

—No pareces un adulto en absoluto.

—Tal vez aún no lo soy. ¿Puedo irme ya? Manjiro quiere ir a correr con los caballos.

—Tal vez esas salidas con Manjiro deban acabar, te distrae de todos tus deberes. Ya no eres un niño.