El principe del reino "Manji", Baji Keisuke, es vendido a un pueblo enemigo.
En ese lugar, encontrará una inmensa felicidad y esperanza en la vida al igual que dolor y tristeza.
✨️los personajes le pertenecen a Ken Wakai.
✨️omegaverse
✨️no se permi...
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Extra #4 Angel baby.
La vida de Draken ha sido relativamente buena.
Creció en una familia en la que sólo era él y sus padres; ellos se amaban mucho y desde muy pequeño Draken siempre ha querido tener aquel tipo de familia, llena de amor y sobre todo con hijos, muchos hijos.
Aún recuerda la primera vez que vio a Seishu Inupi. Se dijo así mismo que sus hijos se tenían que parecer a ese bellísimo omega rubio de ojos azules turquesa casi transparentes.
—Me gusta Seishu Inupi—soltó un día en la mesa con sus padres. Los dos se voltearon a ver entre ellos sin saber qué decir.
—Apenas tienes once años cachorro, está bien que te guste alguien, pero no lo conviertas en algo que dirija tu vida—respondió su padre alfa comiendo—, seguro cuando crezcas te gusta alguien más.
—No creo, Seishu será mi omega, será el padre de mis hijos—podía ver las caras raras que hacían sus padres.
—Cómo dice tu padre Ken, te puede gustar alguien, pero no creas que te casarás con él o que tendrás hijos—dice ahora su padre omega, le dedicó una sonrisa tranquilizadora y siguieron comiendo.
Pero para el pequeño Draken no necesitaba el permiso de sus padres para que le gustará Seishu. Y aquellas vagas respuestas que le daban no lo iban a detener. Sabe que es joven para decir aquello, pero no se arrepiente de que aquel omega sea el primero en gustarle y odia las reglas de que los omegas y alfas no se puedan hablar.
Hablaba de todo aquello con Mitsuya; su mejor amigo y único. Le agradaba mucho de su compañía, ambos eran algo similares y a la vez diferentes. Siempre se sentaban a la orilla del mar para hablar y quejarse de las tontas reglas.
—Creo que las respuestas de tus padres fueron algo vagas.
—Lo sé.
—Es decir, sé que somos jóvenes y eso, pero, esa no es una razón para decirte que no te puede gustar alguien.
—Lo sé.
—Aunque, mi madre dice que Seishu es un omega especial—aquello capta la atención del alfa rubio—, pero nunca me responde, siempre me sonríe cuando le pregunto a qué se refiere con que es un omega especial.
—¿Tendrá seis dedos en cada pie o qué? —Los dos se rieron con aquello —. Todos los omegas son especiales.
—Son una bendición del cielo, mi madre está loca.
Esa noche no hablan mucho y cada uno se va a su casa. Cuando amanece al día siguiente, la vida de Draken cambia al enterarse el que hace a Seishu especial.
***
—La madre de Mitsuya dice que Seishu es un omega especial—Suelta de nuevo Draken dos años después.
