El principe del reino "Manji", Baji Keisuke, es vendido a un pueblo enemigo.
En ese lugar, encontrará una inmensa felicidad y esperanza en la vida al igual que dolor y tristeza.
✨️los personajes le pertenecen a Ken Wakai.
✨️omegaverse
✨️no se permi...
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Capítulo 7. ¿A dónde vamos?
La noche en Bonten tan tranquila se vio interrumpida con los gritos de Naoto en señal de que su bebé ya estaba naciendo.
Tanto omegas como betas ayudaron al omega a poder tomar lugar adecuadamente para que el pequeño pudiera nacer; todos se encontraban ayudando con algo, si no estaban con el omega en su casa, estaban afuera llevando ropa de bebé, cuna, biberones y mantas para el pequeño ser.
—¿No se supone que el bebé nacería en una semana?
—Ya sabes cómo son los bebés; cuando quieren, quieren.
Chifuyu se quería reír por la explicación tan sencilla que había dado Hakkai. Los tres amigos omegas esperaban afuera al igual que algunas personas, esperando a que les dijeran algo. Adentro en la casa del jefe sólo se encontraba Taiju, una omega que era como enfermera, doctora y todo y Reira.
—¡Ya nació!
Todos los presentes se quedaron callados ante las palabras de la enfermera y un llanto se escuchó adentro; era un sonido que hace mucho no se escuchaba en Bonten, no había niños pequeños, hasta ahora.
—¿Qué será? —Comenzaron a preguntar las personas.
—No lo sé. Espero que sea un niño.
—Oh no, será una niña.
—¿Y sí son gemelos?
Baji veía con una sonrisa a Chifuyu y les quería dar un golpe a sus amigos por hablar sobre el sexo del bebé. No importaba que fuera, mientras estuviera sano.
Reirá y Taiju salieron. La sonrisa del alfa jamás había sido tan enorme, sus ojos brillaban tanto que parecían estrellas en la oscuridad. Mikey fue el primero en acercarse a éste, no es que Baji estuviera celoso, pero desde hace días que Mikey no se despega de Taiju, se habían vuelto muy amigos.
Y no habían vuelto a hablar sobre el tema pendiente.
—Es un varón.
Dijo el jefe con lágrimas en los ojos y una sonrisa. La emoción que se llevaba era increíble, era obvio que todos querían conocer al pequeño, pero aún no podían. El bebé tenía que conocer y oler a sus padres para que se acostumbrara a ellos y ya después, cuando Naoto se encontrará mejor, ahora sí podía dejar que la gente vaya a visitarlo.
—¿Cómo se llamará, jefe? —Pregunta Draken por todos. Mantenía abrazado a su hermoso esposo, ambos con una sonrisa.
—Mizuki; ya que nació en la luz de luna—les respondió Taiju.
—Es un nombre precioso, para un niño precioso—dice Reira.
Todo el pueblo aplaudió al nombre. Pocas veces Reira elegía el nombre para los bebés y esta vez tampoco lo había hecho, pareciera que el bebé mismo eligió su nombre en el momento exacto.
