Extra 1. The great war.

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Extra #1

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Extra #1. The great war.


—No vengo aquí cómo reina, además, ya no lo soy, el rey es ahora mi hijo Keisuke Baji.

Esas fueron las primeras palabras que dijo Ryoko al pisar las tierras de Bonten. Mikey había corrido a los brazos de Takemichi y toda esa gente la miraba; era increíble el parecido que tenía con Baji, pareciera que era el alfa con vestido y tacones.

Taiju se puso al frente de su pueblo y le sonrió. Ella hizo lo mismo.

—Bienvenida alfa, esto es Bonten, las tierras que hace un año recibieron a tu hijo y las que recibieron a Arcade hace tiempo. Él te está esperando, pero antes, Reira quiere verte.

Ryoko soltó un suspiro e hizo un pequeño gesto que pareció muy infantil, Taiju la guío hasta la casa de Reira. En el camino, pudo ver lo que su hijo le había dicho cuando había llegado a Mani; la convivencia igualitaria entre alfas, betas y omegas. Todos se ayudaban mutuamente los unos a los otros.

—¿Cómo se encuentra Keisuke?

—Tiene a Chifuyu, así que estoy segura de que está bien.

Taiju sonríe.

—Los dos tienen suerte de tenerse el uno al otro—el alfa para en la casa bajo al gran árbol y toca dos veces—, has todo lo que te diga, escúchala y no hables a menos que ella te lo indique.

La deja ahí cuando escucha que la puerta se abre y sale una mujer que no sabe decir si es alfa, beta u omega. Luce ya muy anciana.

—Vaya, vaya, ya era hora. Te has tardado muchos años en llegar, ¿es que no escuchabas?

—¿E-escuchar?

—Eres igual a él, a ese alfa que se fue con el omega rubio, sí, sí, ¿Por qué no se pareció a su padre? Keisuke es todo tú, no entiendo que te vio Arcade—Ryoko se sonroja al pensar lo que le vio—eres una pervertida alfa.

Abre sus ojos sorprendida e intenta disculparse, pero Reira la empuja adentro de la casa y la sienta.

—No digas nada alfa tonta. Igual que el otro alfa tonto, dame tu mano...

Ryoko le obedece y le tiende la mano. La mujer comienza a tocar aquella zona mientras susurra cosas solo para ella.

—Bueno, ya veo porque te ama tanto. Eres buena y justa, pero tonta y terca, dime algo, si lo amabas tanto, ¿Por qué vienes hasta ahora?

—Porque fui tonta, escuché a la gente equivocada.

—Buena respuesta alfa, ¿quieres té? —Ni siquiera le responde cuando ya tiene la taza frente a ella con el humo saliendo—. Él nunca perdió la fe, quería decirle a su hijo, pero decía que no, que primero tenías que venir a buscarlo tú. Él también es terco.

✨️Luz de día✨️bajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora